Por CaRloS Muñoz
Como comunicólogo me preocupa ver y escuchar los mensajes que emiten los medios de comunicación particularmente en nuestro país.
A todas horas el bombardeo de «noticias» es inclemente, no hay fuerza que detenga la voracidad por provocar el morbo, la sumisión y el miedo en la sociedad.
Vemos y escuchamos cómo se explotan al máximo los mensajes que abordan la política, las diversas guerras en el mundo, la hambruna, el desempleo, la crisis, los movimientos sociales, violencia, narcotráfico, drogadicción, asesinatos, sangre y todo lo que según los propios dirigentes de los medios «vende».
Por naturaleza y definición los medios tienen una misión de Responsabilidad Social al ser vehículos generadores y/o modificadores de conductas en las sociedades.
En la carrera aprendemos que sus funciones básicas son las de informar, entretener y «educar».
Obviamente son muchos los que no cumplen su cometido, pues desinforman o malinforman, imponen ideologías entretienen con programas chatarra que engordan lo superficial, lo vanal, lo simple, lo vulgar y lo denigrante.
Por último, y lo más importante, no educan, salvo poquísimas (tristemente) excepciones, sino que ensalzan la pobreza del lenguaje y la cultura no forma parte de sus diccionarios.
Los invito a que hagan un recorrido por todos los canales de televisión, especialmente los de televisión abierta para que constaten lo que aquí argumento.
Todos, absolutamente todos, no solamente venden sus programas, sino que sin percibirlo, nos venden a manos llenas muletillas, faltas de ortografía, falta de objetividad, sexo, vulgaridad, falta de talento, soberbia, falsedad y una total incongruencia entre lo que se piensa y lo que se dice a cuadro.
La Responsabilidad Social de los medios de comunicación radica en aportar a la sociedad información que le permita tomar decisiones inteligentes a los ciudadanos, invitarlos al pensamiento y la reflexión, entretenerlos con programación y conductores preparados profesionalmente que no necesiten de la peladez, el albur o la burla a otros para provocar la risa (¿o burla?) del televidente.
La enorme responsabilidad de educar a la sociedad a través de contenidos no manipulados que permitan la comprensión de nuestra historia, que eduquen compartiendo conocimientos sobre el medio ambiente y su cuidado, y que fomenten la lectura, la escritura y cómo usar esas herramientas en beneficio del desarrollo de México.
Dar un uso socialmente responsable a los medios también genera rating, sólo es cosa de cambiar la mentalidad, de lo contrario, seguiremos siendo aplastados por el cuarto poder y nunca estaremos a la altura de un país desarrollado en lo político, en lo social y en lo económico.
Carlos Muñoz
Comunicólogo egresado de la Universidad Anáhuac, cuenta con estudios de posgrado de Especialidad en Mercadotecnia en su Alma Máter y actualmente cursa la Maestría en Responsabilidad Social también en la Anáhuac.
Es Director de Comunicación de la Asociación Mexicana de Comunicadores (AMCO) y anteriormente se desempeñó como Gerente de Relaciones Públicas en el Hipódromo de las Américas.
Mi estimado Carlos, definitivamente estoy de acuerdo con tu opinión y valoro que además de ser un buen comunicador, prevalecen los valores que recibimos en el basamento de nuestra educación básica y media. Celebro también tu simpatía y lo bien que sigues desarrollando tu buen sentido del humor y como pocos. Tiempo tenía que no reia con tus ocurrencias, y franco gusto me da que además me haces reflexionar con la profundidad de tus análisis a los medios masivos de comunicación. Agradezco tu critica atinada, real y fundamentada. Felicidades Maestro. Sinceramente Miguel Esquivel