En todo el mundo tanto el gobierno como las empresas y la sociedad civil todavía tenemos mucho trabajo por hacer en materia de equidad de género. Sin embargo, hay países que están mucho más avanzados que otros en este tema y no es coincidencia que aquellos que estos tengan, en general, economías más saludables que los que discriminan más. Como dice la OCDE (Organización para el Desarrollo y Cooperación Internacional) en un nuevo reporte «la discriminación a mujeres y niñas tiene un alto costo para el desarrollo».
El Índice de Instituciones Sociales y Género, publicado por el Centro de Desarrollo de la OCDE, toma las normas sociales, las prácticas y las leyes de 160 países para «analizar las barreras estructurales que le niegan a las mujeres sus derechos y su acceso a justicia, recursos y oportunidades de empoderamiento.» No están disponibles los datos completos para todos los países, por lo que se pueden consultar las calificaciones de los países en forma individual, así como el ranking de los 6 mejores y los 6 peores, pero no existe un ranking de los 160.
Respecto a México, la OCDE reconoce que en nuestro país hombre y mujeres son iguales ante la ley, resaltando también hechos como la creación del INMUJERES en 2011 y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, de 2007. Por otro lado, el reporte también destaca que en México la edad mínima para que las mujeres contraigan matrimonio no es de 18 años, a diferencia de la mayoría de los países de la OCDE. También prevalecen prácticas sociales que impiden la equidad en lo que se refiere a la propiedad de tierras y servicios financieros, aunque las leyes sí contemplen estos derechos y la violencia de género, especialmente aquella que se da entre parejas, también tiene altos niveles.
Los 5 mensajes clave del Índice de Instituciones Sociales y Género
1. Las instituciones sociales pueden ser una fuerza de transformación, ya que evolucionan y se transforman para reflejar las prioridades de una sociedad. Para eliminar la discriminación en estas instituciones se necesita de compromiso político a largo plazo, y también de un diálogo que involucre a toda la comunidad.
2. Las instituciones discriminatorias tienen un efecto dominó, porque hay una relación entre las instituciones sociales discriminatorias y los resultados en materia de desarrollo, como en educación, empleo y empoderamiento. Si se discrimina a una niña mediante, por ejemplo, un matrimonio infantil, se limita su educación, aumenta la probabilidad de un embarazo adolescente y se restringe su capacidad de decisión.
3. Las leyes neutrales en género no son suficientes porque existe discriminación en las instituciones sociales. Asegurar el acceso de las mujeres al sistema de justicia requiere de leyes sensibles a cuestiones de género, que tomen en cuenta las barreras estructurales para la equidad.
4. Se necesita mayor inversión en datos: existen muchas lagunas en los datos sobre el trabajo no remunerado de las mujeres, acceso a recursos y toma de decisiones sobre tierra y propiedades. Invertir en encuestas y estudios que tomen en cuenta estos temas será crucial en la agenda post 2015, para rellenar estas lagunas y estandarizar los datos.
5. La equidad de género necesita de voces unidas: los mecanismos institucionales, la infraestructura pública y la estructura de apoyo con frecuencia le falla a mujeres y niñas, ya que no son prioridad en la agenda política. Las redes informales de mujeres y el poder de las redes sociales han aumentado la visibilidad de estos problemas y la conciencia sobre las instituciones discriminatorias. Para que estos temas continúen en el radar político es necesario realizar esfuerzos coordinados entre actores como el movimiento de los derechos de las mujeres, los medios de comunicación, hombres y niños, tomadores de decisiones y el sector privado.
Los mejores 5 países para ser mujer según la OCDE
1. Bélgica
2. Francia
3. Eslovenia
4. España
5. Serbia
Los peores 5 países para ser mujer según la OCDE
1. Chad
2. Mali
3. Gambia
4. Sudán
5. Yemen