Dicen por ahí que los mexicanos somos bien trabajadores. ¡Y no es mentira! Sin embargo, el salario que percibimos por ese trabajo a menudo es insuficiente. La remuneración que se obtiene en otros países por labores similares puede ser ignificativamente más alta.
De acuerdo con Forbes, un mexicano trabaja anualmente 2 mil 226 horas y obtiene un ingreso familiar de 12 mil 850 dólares por año, mientras que en los países de la OCDE los trabajadores laboran mil 765 horas con un promedio de remuneración de 23 mil 938 dólares al año por familia.
Datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dicen que los empleados nacionales son de los que menos participan de los ingresos que genera la economía y que sólo 34 de cada 100 pesos que se producen en el país van a los salarios de la fuerza laboral, cifra que además se redujo 4.08% en la última década.
Los mexicanos trabajan más y ganan menos en América Latina
En la lista de países de América en distribución de ingresos del Producto Interno Bruto (PIB) , México se encuentra casi al final. Cuenta con una tasa de participación de 34.43%, y es superado solamente por Panamá, que registra una cifra de 30.92 por ciento. La media mundial es de 51.4% y la de América Latina, de 50.5 por ciento.
Con estos datos podemos decir que existe una gran diferencia en la economía de nuestro país, comparada con la de los demás. Por ello es necesario hacer un ajuste para que aquellos que trabajen más reciban lo justo.
En el informe “Participación y distribución del ingreso global del trabajo» se revela que 10% de los trabajadores que más ganan percibe en conjunto 48.9% de toda la remuneración mundial.
En los últimos diez años, la distribución de los ingresos de la economía global se redujo, al pasar de 53.7 a 51.4% entre el 2004 y el 2017.
Los miembros pertenecientes a la clase media ha sido la más afectada ya que esta población representa el 60% de la plantilla laboral del mundo.
Según Steven Kapsos, jefe de la Unidad de Producción y Análisis de datos de la OIT, «los datos muestran que en términos relativos, el incremento de los salarios laborales más altos está asociado con pérdidas para todos los demás, ambos, los trabajadores de la clase media y los que perciben los ingresos más bajos, están viendo disminuir parte de sus ingresos”.
Por su parte, Roger Gomis, economista del Departamento de Estadística de la OIT afirma que el salario promedio de la mitad inferior de los trabajadores en el mundo es de 198 dólares mensuales.
«El 10% más pobre tendría que trabajar tres siglos para ganar lo mismo que gana el 10% más rico en un año”.
Jornadas laborales
México ocupa la primera posición del ranking en un comparativo de jornadas laborales, con un total de dos mil 258 trabajadas al año, esto equivale a 43 horas semanales, la cifra más alta entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
A diferencia de Estados Unidos donde la proporción es de mil 783 horas laboradas cada año; o de Alemania de mil 363. El promedio de los países de la OCDE es de mil 746 horas de trabajo por año.
En la región, los países que presentan los mejores niveles de participación de los salarios en los ingresos generados por sus economías son Chile, Uruguay, Honduras, Panamá y Brasil.
Para Isaac Katz, la baja participación de las percepciones de los trabajadores en los ingresos de la economía en México es resultado de décadas en las que se ha favorecido más a los capitales que a los salarios y del aumento que ha tenido la economía informal en el país.
«Desde la década de los 60, durante el desarrollo estabilizador, se impulsó una política económica que favoreció relativamente al capital, principalmente a través de subsidios fiscales y financieros, así como en los precios de los energéticos y el agua, como medida para proteger al sector industrial frente a la competencia externa».
“Las crisis macroeconómicas de 1976, 1982, 1985-86, 1995 y el 2009 dañaron relativamente más a los trabajadores al caer el salario real. Éste no recuperó en los años siguientes el nivel que tenía antes de cada crisis. Además, en gran parte de estos años se utilizó la depresión salarial como una medida de contención inflacionaria. Esto ya cambió y, a partir del gobierno de Calderón y después con Peña, el salario real promedio ha tenido una tendencia al alza, lo que se reforzó con el aumento de este año”.