Por: Antonio Tamayo Neyra
De alguna manera, los impresionantes avances tecnológicos de los últimos años se han “mezclado” con la cultura, generando un gran impacto principalmente entre la población menor a los 35 años de edad, gestándose un perfil entre ellos que repercute en la manera como se comportan socialmente.
Sociólogos como el francés Gilles Lipovetsky, señalan que la “ligereza” es una característica de la sociedad contemporánea, que basa su existencia en la ley del “mínimo esfuerzo”. Esa ligereza la podemos ver en el hecho de que muchos jóvenes tienen objetivos “light” para su vida, o peor aun cuando no existen objetivos y se vive simplemente por vivir. Hay, como dice el mismo autor, un desprecio al esfuerzo.
Los que tenemos contacto con jóvenes hemos podido constatar que lo dicho por el mencionado autor es desafortunadamente cierto en muchos casos; estos jóvenes van a la escuela, ingresan en algún trabajo y están ahí “por mientras”, sin tener un objetivo o propósito en la vida, pensando que el fin último de esta vida es simplemente vivir con una actitud hedonista y egoísta, y aunque suene romántico no tienen un sueño, un algo porqué vivir, algo grave si pensamos que estas generaciones ahora jóvenes irremediablemente llegarán a ser mayores y por consiguiente la pregunta es: en qué condiciones estarán en su senectud.
Si bien es cierto que la responsabilidad social que ahora conocemos consideró inicialmente el comportamiento de las empresas, es importante recalcar que las empresas son dirigidas y manejadas por personas, y por ello esa responsabilidad nace y se desarrolla dentro de esas mismas personas, no creo que deba manejarse en diferentes planos, al cabo es la misma responsabilidad social, pero aplicada al mundo empresarial y también al comportamiento dentro de la sociedad.
Lo anterior lo comento porque creo que como sociedad debemos preguntarnos qué hemos hecho como sociedad para que los jóvenes piensen y actúen como lo mencioné previamente, y más todavía, qué estamos haciendo ahora para que ese comportamiento no se siga replicando.
Abundando en lo antes señalado, las preguntas anteriores se pueden englobar en una sola: ¿Qué tan socialmente responsables estamos siendo para que la juventud actual se comporte de esa manera?
No es cuestión de dejarle al gobierno, a las empresas o en los medios de comunicación la responsabilidad de hacer algo para modificar el comportamiento de los ahora llamados millenials; es algo que necesitamos hacer, creo, desde casa.
Generar una cultura que motive el soñar, el buscar algo en el futuro y que es necesario un esfuerzo para alcanzarlo, pero no como un castigo que implique masoquismo, sino dándole un sentido a su propia vida.
Como sociedad tenemos que cumplir esa responsabilidad para que esos jóvenes tengan un mejor futuro para ellos mismos, y no se conviertan en esclavos de la tecnología, pensando que en ella está su sentido de vida.
Estamos ya en la Cuarta Revolución Industrial y empezamos a ver cosas que eran hace poco de ciencia ficción, y qué bueno, pero nuestra responsabilidad social no puede ni debe quedar soslayada ante la impresionante tecnología.
Seguiremos platicando …
Antonio Rey Tamayo Neyra
Dedicado al periodismo de investigación desde 1987 especializado en temas socioeconómicos. Desde 1991 colabora en el periódico El Financiero como Coordinador Editorial y Redactor de Proyectos Especiales, además de colaborar en otros medios. Desde el 2002 involucrado en la Responsabilidad Social, escribiendo y realizando proyectos editoriales de este tema, y además documentando las actividades de las empresas (tipo caso) También es profesor de posgrado e imparte capacitación en relacionales laborales. Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico Autónomo de México; su preparación profesional posterior incluye un Diplomado en Responsabilidad Social en el Tecnológico de Monterrey, y un Curso del mismo tema en la Universidad Abierta de Cataluña. Actualmente estudia la Maestría en Sociedad de la Información y el Conocimiento en la Universidad Abierta de Cataluña.
Sugerencia de lectura para el autor: http://www.bbc.com/capital/story/20170713-why-the-millennial-stereotype-is-wrong