Por Corinna Acosta
En sólo unos cuantos años un niño puede vivir cientos de alegrías, jugar con sus amigos, crear sus propias obras de arte, comer su comida favorita o imaginar como será cuando sea grande, las posibilidades son infinitas, pero el daño que estas pueden sufrir a causa de la violencia de su entorno, como en el caso de Siria, también puede ser considerable.
Tras tres años de guerra civil a menos 1.2 millones de niños han huido del conflicto a países vecinos, sin embargo más de 4 millones y medio permanece aún en territorio sirio necesitando ayuda humanitaria, y más de 10 mil menores han perdido la vida.
Este es el tema que Save The Children aborda en su reciente campaña para concientizar a la población sobre el optimo desarrollo de los niños y la forma en la que éste se ve afectado por la violencia.
La frase «Solo porque no pase aquí, no significa que no pase» que embandera esta campaña refuerza el mensaje de conciencia global a través del cual la organización busca dar voz a la necesidad de mantener a los niños de Siria y del mundo protegidos de la violencia y los terribles daños de la guerra que devasta no solamente su entorno, sino también su vida.
El panorama del sistema de salud no es mucho mejor, de acuerdo con datos de Save The Children la producción de medicamentos ha caído en un 70% y casi la mitad de los médicos ha huido del país. Alepo, una ciudad que debería contar con 2,500 doctores, sólo quedan alrededor de 35.