Los graves y perjudiciales efectos del cambio climático, y el turismo como aliado y elemento importante en la conservación de las especies migratorias, fueron destacados hoy por expertos en Panamá en el inicio de un taller sobre el tema auspiciado por Naciones Unidas.
El uruguayo Francisco Rilla, oficial del programa de capacitación de la Convención de Especies Migratorias (CMS), que organiza el taller para países no partes de la convención, dijo a periodistas que el efecto secundario del cambio climático «es uno de los más graves para la conservación de especies migratorias».
Rilla puso como ejemplo los cambios en el comportamiento reproductivos en las tortugas marinas, y explicó que el calentamiento en las zonas donde se reproducen incidió en el sexo de los nuevos quelonios.
«Es decir que el calor cambia la determinación sexual de un individuo que va a nacer, entonces va a haber un aumento de machos o un aumento de hembras, de acuerdo con la temperatura, y eso va a desequilibrar evidentemente la población», indicó Rilla.
Agregó que ese desequilibrio ocasionado por el cambio climático acarreará problemas al ecosistema porque, resaltó, «si va a haber más machos y menos hembras entonces no habrá posibilidad de reproducción».
El experto destacó que el impacto del cambio climático también está directamente afectando el movimiento migratorio de especies.
Por su parte, la ministra ecuatoriana de Ambiente, Lorena Tapia, que comparte en el taller las experiencias de su país como sede en noviembre pasado de la Convención de la ONU sobre especies migratorias, dijo que la región debe unificar esfuerzos para convertirse en referentes de acciones frente al cambio climático y el impacto en la biodiversidad.
Tapia añadió que este es el mensaje que la región, que tiene países megadiversos, puede dar con miras a la conferencia sobre cambio climático COP21 que se celebrará del el 30 de noviembre al 11 de diciembre próximos en la capital francesa.
Por otro lado, en el taller organizado por la CMS y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se destacó la importancia de incorporar al turismo con un aliado estratégico en la protección y conservación de especies migratorias.
Rilla dijo a Efe que los países latinoamericanos son conscientes de que el turismo es un elemento importantísimo porque saben que es un argumento a favor de la economía, pero que antes hay que explicar el costo-beneficio de levantar hoteles en franjas costeras que son zonas de anidamiento y reproducción de especies.
El oficial de capacitación de la CMS reflexionó en ese sentido de «si vale la pena destruir un sitio para crear un hotel y qué se le va a ofrecer por corto plazo a la gente que ya no verá las especies que llegaban o la calidad ambiental que había y será diferente».
«Entonces es estrangular un poco la gallina de los huevos de oro, aunque nadie está diciendo que no se puedan construir hoteles ni explotar la zona costera», aclaró Rilla.
Tapia, por su parte, dijo que el «turismo naturaleza» tiene un aporte importante en el cambio de la matriz productiva de su país al compaginarlo de manera sostenible con incentivos a la conservación, mejorando la salud del ecosistema y la protección de especies migratorias.
La CMS es la convención con base en Naciones Unidas cuyo único objetivo es la conservación, cuidado y aprovechamiento de las especies migratorias terrestres, marinas y aviares y aporta los medios necesarios para alcanzarlo.
Desde que entró en vigor el 1 de noviembre de 1983, el número de Partes en ella ha aumentado hasta alcanzar 122 Estados de África, América Latina y el Caribe, Asia, Europa y Oceanía en octubre de 2015.
Fuente: La tercera