No importa cuán avanzada sea una ciudad tecnológicamente, lo que impulsa la inteligencia es la capacidad de las organizaciones públicas y los servidores públicos para planificar, implementar y evaluar una estrategia, así como para involucrar a los ciudadanos y otras partes interesadas en su desarrollo. Echa ojo a los planos para construir una ciudad inteligente.
Esto es lo que se necesita para construir una ciudad inteligente.
La evolución de las ciudades inteligentes brinda oportunidades para abordar algunos desafíos clave que enfrentan las áreas urbanas, como hacer espacio para viviendas asequibles, mejorar los sistemas de transporte y aprovechar los datos disponibles para crear vecindarios y calles más seguros.
Construir una ciudad inteligente: Alinear las mejores prácticas con las condiciones locales
Naveen Rajdev, director de marketing de Wipro Limited, una compañía líder mundial en tecnología de la información, consultoría y servicios de procesos de negocios, señala que hay dos puntos importantes para construir una ciudad inteligente. Según Rajdev, uno no quiere que se muestre el proverbial desliz de la ciudad inteligente, y no quiere abrumar a los ciudadanos con demasiada tecnología. Por eso sugiere mantener la tecnología de la ciudad autónoma y discreta, y aprovechar la Internet de las cosas y la inteligencia artificial para hacerlo.
Es importante recordar que cada ciudad es única. Ciertas mejores prácticas pueden funcionar en áreas urbanas, pero el desarrollo de ciudades inteligentes debe abordar los atributos únicos de una ubicación en particular. Un informe de McKinsey & Company destaca factores como la densidad, la riqueza y el crecimiento. El análisis de McKinsey indica que en 50 áreas metropolitanas del mundo, donde viven 500 millones de personas, los sistemas integrados de movilidad podrían generar beneficios, como una mayor seguridad y una menor contaminación, por un valor de hasta 600 mil millones de dólares.
Debido a que cada ciudad es única, la transición a la movilidad integrada también se llevará a cabo de manera diferente y producirá resultados diferentes, de una ciudad a otra. El ritmo y la magnitud del cambio dependerán de factores como la densidad de la población, el ingreso de los hogares, la inversión pública, el estado de las carreteras y la infraestructura de transporte público, los niveles de contaminación y congestión y las capacidades de gobierno local.
Por ejemplo, Shanghai es una ciudad densa en una economía desarrollada, pero Estambul es una ciudad densa en una economía emergente. Houston es una ciudad de baja densidad en una economía desarrollada, mientras que Yakarta es de baja densidad pero es parte de una economía emergente. Estos factores juegan un papel en la determinación de cómo construir una ciudad inteligente porque los proyectos deben alinearse con la infraestructura, la demanda y la viabilidad financiera.
Construir una ciudad inteligente: Determinar el propósito y la estrategia de financiación
Construir una ciudad inteligente debe depender un propósito. Entonces, este propósito debe alinearse con la funcionalidad y las características que ayudan a los ciudadanos. Muchas ciudades han descubierto que deberían comenzar con iniciativas específicas en lugar de tratar de transformar todo un espacio urbano en un gran proyecto.
Construir una ciudad inteligente: financiación
La financiación es un componente ineludible cuando se trata de construir una ciudad inteligente. Aunque el financiamiento puede provenir de las arcas de la ciudad, el costo de tales proyectos puede superar rápidamente lo que está disponible. Un informe de Deloitte sobre el financiamiento de ciudades inteligentes recomienda incentivos fiscales como reducciones de impuestos y bonos de infraestructura calificados centrados en los requisitos de ciudades inteligentes.
Además, la inversión del sector privado puede reducir los costos a corto plazo, mientras que los enfoques basados en el rendimiento para el reparto de ingresos pueden incentivar que se dedique más dinero de inversión a proyectos de ciudades inteligentes.
Para construir una ciudad inteligente, ayuda a comparar otras ciudades e iniciativas exitosas de ciudades inteligentes y otras no tan exitosas Por ejemplo, Detroit ha agregado tecnología «invisible» a través de su programa Project Green Light con el propósito de mejorar la seguridad de los ciudadanos.
El programa se desarrolló a partir de una asociación entre los funcionarios de la ciudad, la policía, Comcast y las empresas locales. La tecnología inteligente ayuda a controlar y desalentar la actividad criminal de una manera discreta. Las empresas pueden instalar cámaras que son monitoreadas por la policía para rastrear la actividad criminal.
Más allá de mirar a las ciudades con implementaciones exitosas, también es importante el estudio de los que han experimentado dificultades. Por ejemplo, en lugar de adoptar tecnología invisible, la ciudad de Nueva York lanzó LinkNYC, instalando cientos de quioscos con pantalla táctil en las calles de la ciudad para uso público.
La iniciativa se diseñó, entre otras cosas, para proporcionar un servicio gratuito de Wi-Fi en todo el distrito de Manhattan, pero su nivel de visibilidad llevó a problemas que los funcionarios de la ciudad no habían previsto.
Un enfoque inteligente para la planificación de una ciudad inteligente
Construir una ciudad inteligente requiere una planificación y colaboración cuidadosas con numerosos interesados, incluido el público en general. Debe haber un propósito que enmarque cada tecnología y programa, y este propósito debe vincularse con objetivos específicos. Estos objetivos pueden incluir reducir el consumo de energía, mejorar la seguridad de los conductores o reducir el potencial de delincuencia. No todas las ciudades pueden seguir el mismo plan para la transformación de ciudades inteligentes. Sin embargo, es útil estudiar otras iniciativas de ciudades inteligentes para aprender qué funciona y qué no.