El fondo sueco AP2, uno de los cuatro fondos de pensiones públicos del país escandinavo, ha anunciado que está reduciendo su riesgo financiero en la energía basada en combustibles fósiles.
Como consecuencia de esto ha anunciado de doce empresas relacionadas con el carbón y ocho compañías del gasista y petrolero. Esto supone una desinversión en participaciones valoradas en 840 millones de coronas suecas aproximadamente.
Esta decisión se ha llevado a cabo después de un análisis de riesgo global en todas las explotaciones de las empresas energéticas que tienen como base los combustibles fósiles, teniendo en cuenta su impacto climático, según ha comunicado dicho inversor.
“Nuestro punto de partida de este análisis ha sido determinar los riesgos financieros asociados con el sector energético. Así cuando abandonamos estas posiciones, estamos reduciendo nuestra exposición al riesgo constituido por la energía basada en combustibles fósiles. Esta decisión nos ayudará a proteger rentabilidad a largo plazo del fondo” según su máxima responsable Eva Halvarsson.
La mayor parte del volumen de negocios generado por las empresas de carbón identificadas en el análisis del fondo se deriva de la venta de carbón térmico. De acuerdo con el mismo, estas empresas se enfrentan a un considerable riesgo financiero relacionado con el clima, debido a los impáctos ambientales y la salud negativa de dicha materia prima, que afectan a la demanda. Por otra parte, la producción de electricidad alimentada por carbón está sujeta a la competencia del gas y de las energías renovables.
En el caso de las compañías de gas y petróleo, el fondo ha identificado una serie de compañías que ofrecen una exposición significativa en proyectos de alto costo, como el petróleo procedente de la extracción de arenas petrolíferas. Así, considera que estas empresas se enfrentan a riesgos financieros graves relacionados con el clima y que es muy probable que estos proyectos no sean rentables o bien bloqueados por las autoridades regulatorias.
Fuente: Inversión 360