Desde el confinamiento declarado en marzo del año pasado, el uso de herramientas de videoconferencia se disparó. Skype, Google Meet y Webex fueron de las más populares, pero Zoom arrasó teniendo 300 millones de sesiones de videollamadas diarias.
El uso constante de estas plataformas empezó generar repercusiones de cansancio excesivo. ¿La razón?
No estamos acostumbrados a estar anclados a una silla, tenemos dificultades para captar el lenguaje no verbal y exponer nuestro rostro al escrutinio del resto. Todo esto y estar evaluando nuestro propio rostro en pantalla ha generado estrés adicional.
Tales repercusiones tuvieron un gran impacto si tomamos en cuenta que en México un 72% de colaboradores han dejado sus trabajos presenciales para hacer home office durante el confinamiento. Y ahora una nueva problemática se ha sumado para convertirnos en zoombies… personas que están desconectadas de la realidad prestando atención a su celular para estar en videoconferencias, en lugar de enfocarse en la conducción adecuada de sus vehículos,
Los zoombies son reales
Afirmamos que los zoombies son reales debido a que una encuesta de conciencia de conducción distraída de Root Insurance publicada recientemente y realizada en 1,819 conductores adultos de 18 años o más, afirma que:
El 54% de los automovilistas que han manejado sus vehículos poco después de utilizar una plataforma de videoconferencia tienen serios problemas para concentrarse en la carretera.
Esta situación se encuentra afectando a los conductores y peatones; el impacto varia dependiendo su edad:
- Para la Generación X, el problema de la atención se reduce al 48%.
- Para los millennials es del 61%.
- Para la Generación Z es del 65%.
Y esto es solo una parte de la situación, a ella se suma que algunas personas intentan participar en alguna reunión remota mientras manejan y terminan heridas. De acuerdo con el testimonio del Dr. Mark Muir, director médico de trauma del Hospital Universitario, él ha sido testigo de ello:
Desafortunadamente he tenido videoreuniones en las que estoy bastante seguro de que los participantes conducían e intentaban navegar por las carreteras mientras usaban este tipo de apps de videollamadas.
Dr. Mark Muir, director médico de trauma del Hospital Universitario.
Dichas estadísticas son realmente preocupantes debido a las consecuencias graves y mortales que se pueden derivar.
Según la OMS, anualmente mueren cerca de 1,3 millones de personas en las carreteras del mundo entero, y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales a causa de accidentes de tránsito.
Ahora consideremos cómo puede aumentar el riesgo al saber que estas personas en videollamadas están conduciendo y que la velocidad de manejo ha aumentado con la llegada de la pandemia.
Incremento de velocidad desde COVID-19
El confinamiento dejó los caminos con menos tránsito, de hecho se redujo aproximadamente en un 40% cuando las órdenes de cierre entraron en vigencia en marzo. A la fecha, a pesar de que algunos están retomando sus actividades, las carreteras aún no lucen como solían hacerlo, esto ha hecho que la velocidad de los automovilistas aumente.
Gracias a los nuevos datos de Arity —una empresa de análisis de impulso y subsidiaria de la firma de seguros Allstate— se ha confirmado que la gente conduce más rápido que antes de COVID-19.
Las personas conducen a más de 100 millas por hora un 20% más a menudo que antes del COVID-19. Y los accidentes suelen ocurrir a velocidades más rápidas del manejo habitual.
Aunado a ello, Zendrive completó un estudio comparando la conducción antes y durante la pandemia, y encontró que:
- Las colisiones por millón de millas aumentaron un 20%.
- Los frenos bruscos aumentaron un 25%.
- ¡El uso de teléfonos móviles al volante aumentó un 38%!
Responsabilidad Social y Debida Diligencia
Las plataformas de videollamada como Zoom, Meet, Skype, Hangouts, Webex y otras, en realidad han hecho muchísimo por la sociedad al permitir el trabajo remoto en pandemia. El problema no son ellas… es la irresponsabilidad de los usuarios y la presión de las empresas de querer usar videollamadas para todo y a cualquier hora.
Hacer un buen uso de las plataformas digitales y llevar a cabo buenas prácticas de manejo es responsabilidad de cada conductor. Nadie salvo la persona que está al volante tiene control del vehículo y poder para prevenir accidentes.
Dicho lo anterior, si bien el mal uso de apps para videollamadas por parte de los conductores es lo que podría propiciar un aumento de accidentes viales, las empresas pueden tomar acción cuando detectan este tipo de riesgos. Hacerlo no solo puede hacer una diferencia, sino también fortalecer su propia reputación.
Resultaría imposible que tales gigantes tecnológicos eviten el mal y excesivo uso y el cansancio que las plataformas están generando en los usuarios para cumplir con el trabajo remoto. No obstante, la restricción del uso de las apps de videoconferencia mientras los conductores manejan, podría ser una excelente iniciativa que está en sus manos.
Tal es el ejemplo de la app WAZE, cuando esta detecta que el vehículo va en movimiento, se bloquea y no permite realizar ciertas acciones a menos que manualmente se afirme que es el copiloto quien se encuentra utilizando la aplicación.
Otra forma de alinearse a su Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y no dejar de lado este problema, es educando a sus grupos de interés sobre el uso correcto de sus productos o servicios, alertar sobre los riesgos potenciales y contribuir a la creación de una cultura de consumo responsable.
Al hacerlo no solo crean un impacto positivo en su entorno y protegen a sus consumidores, sino que también pueden prevenir numerosos escándalos y daños en su reputación. Aunque es importante mencionar que abordar el problema de forma personal también es parte de nuestra responsabilidad como usuarios.
Cómo combatir el problema de forma personal
Para combatir la posibilidad de accidentes de conducción debido a la baja concentración posterior a la videoconferencia, van der Stigchel, profesor de psicología experimental comentó a FastCompany que sugiere elegir una actividad para hacer antes de ponerse al volante.
Haz algo después de la videollamada que no requiera concentración: lavar la ropa, dar un paseo. Haz algo que sea relativamente automático. Esto permitirá que tu cerebro se recargue.
Van der Stigchel, profesor de psicología experimental en la Universidad de Utrecht en los Países Bajos.
Su consejo es reducir el cansancio de las videoconferencias en general disminuyendo la cantidad de reuniones virtuales que se tiene, por ejemplo, cambiando algunas a llamadas telefónicas en las que puedes participar mientras utilizas un auricular y sales a caminar, en lugar de mirar una computadora pantalla.
Y si debes hacerlo en la pantalla, programa un descanso de a 10 minutos entre las videollamadas, en lugar de colocarlas una tras otra. Durante el tiempo de inactividad, levántate y haz algo, como ir al baño, tomar una taza de café o estirarte, para tener la oportunidad de relajarte mentalmente y revitalizarte.
Trabajo remoto llegó para quedarse
Realizar home office fue una idea que rondó por la mente de muchas empresas aún antes de la pandemia. Uno de esos casos fue IBM, empresa que en 2009 tuvo el 40% de sus 386.000 empleados en 173 países trabajando de forma remota, empero, en 2017 con la disminución de los ingresos, la gerencia llamó a miles de ellos a volver a la oficina.
Casos como este no habían permitido una extensa política de home office en muchas empresas, por lo que el confinamiento fue una «prueba de fuego» sobre el trabajo remoto a la que tuvo que arriesgarse la iniciativa privada. Y el resultado fue globalmente muy favorable.
Tan favorable que Facebook espera que hasta la mitad de sus empleados trabajen de manera remota. Mientras que el director ejecutivo de Shopify —una compañía canadiense de comercio electrónico que emplea a 5000 personas— tuiteó en mayo que la mayoría de ellos “trabajarán permanentemente de manera remota, la centralidad de la oficina ha terminado”. Por otra parte, el director tecnológico de Walmart les dijo a sus empleados que “trabajar virtualmente será la nueva normalidad”.
Es posible que el resto de compañías tomen decisiones similares a pesar de haber concluido la pandemia, no obstante, será importante que desde ahora se establezcan lineamientos que eviten situaciones como la mencionada.
Por otra parte, las plataformas de videoconferencia también tendrán que poner manos a la obra y considerar adaptar su sistema operativo a las circunstancias y necesidades que están naciendo a raíz de la nueva normalidad.
Por el momento sabes que los zoombies son reales y riegosos… y aunque es tan solo un juego de palabras para demostrar la nueva situación que estamos experimentando, es nuestra responsabilidad no convertirnos en uno de ellos.