* El 39% de la población mexicana, en pobreza; situación dramática: Cepal.
* Urge reforzar pactos sociales, laborales y estratégicos.
* Contar con políticas fiscales contracíclicas, lección de la crisis.
La crisis económica incrementó la pobreza en México al menos 3 o 4 puntos porcentuales, una situación «dramática» que hace evidente la necesidad de reforzar los pactos sociales, laborales y estratégicos en toda América Latina y el Caribe.
El director de la División de Desarrollo Social de la Cepal, Martín Hopenhayn, dijo que esa crisis aumentó el número de pobres en México, aunque dentro de esa «catástrofe» hay programas gubernamentales que ayudan a frenar la pobreza en el país.
De 2006 a 2008 la población que vivía en situación de marginación subió de 31.7 a 34.8 por ciento del total de los mexicanos, y en 2009 se calcula que pasó de 38 a 39, añadió el funcionario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Si se considera que somos 107 millones de habitantes, en 2008 se contabilizaron 37.23 millones de personas en pobreza, cifra que subió a 41.73 millones en 2009.
México fue de los países más afectados por la crisis económica de 2009, anotó, al registrar una baja de 6.5 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB), «la caída más grande que tuvieron los países de América Latina».
Además, el PIB per cápita descendió 7.3 por ciento.
En general, en la región hay problemas que generan desigualdad, como la mala calidad de los empleos y de las inversiones, la baja productividad y políticas económicas que sólo se centraron en controlar la inflación.
Hopenhayn planteó que deben establecer tres tipos de pactos: el laboral; el social, que necesariamente requiere de cambios fiscales, y el estratégico.
Indicó que el primero implica mejorar la calidad y cantidad de las plazas, estableciendo acuerdos entre empleados y empleadores que protejan el trabajo, aumenten la productividad y distribuyan los costos de la flexibilización laboral.
Ello, explicó, porque las reformas laborales que hagan más laxas las condiciones de despido de los trabajadores necesariamente tienen que acompañarse con programas de cobertura social.
Dijo que el pacto fiscal implicaría cambios en el ámbito recaudatorio, porque hay una muy baja carga tributaria en México, que representa apenas 9.4 por ciento del PIB, mientras que en países como Brasil es de 35 por ciento y en Argentina de 25 por ciento.
En el documento «La hora de la igualdad. Brechas por cerrar, caminos por abrir», explicó que México es el país de Latinoamérica con menor recaudación.
Baja recaudación
Al respecto precisó que en la región el porcentaje de impuestos que se recaba es de 18.4 con respecto al PIB, y en México es 9 puntos porcentuales menos.
La cifra ha ido en descenso, de 11.4 por ciento en 1990 a 11 por ciento en 2000 y 9.4 en 2008.
Martín Hopenhayn, coautor del documento, dijo que otro de los temas a revisar es la estabilidad macroeconómica, ya que de 1990 a 2008 se creyó que sólo había que cuidar la inflación, pero se descuidó el crecimiento económico, y el Estado renunció a un papel más activo que impulsara el desarrollo.
Ahora, con la crisis, aprendimos que debe pensarse en tener políticas fiscales contracíclicas, es decir que cuando hay vacas flacas el gobierno debe invertir más para evitar el desempleo.
Por lo que hace al pacto estratégico debe apoyarse la generación del conocimiento y capacidades, permitir que las pequeñas y medianas empresas tengan mayor acceso al financiamiento, tener políticas de convergencia productiva, un gasto social más claro, entre otros cambios indispensables para reducir la desigualdad.
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