Las violaciones a derechos humanos y las irregularidades dentro de las estaciones migratorias en México persisten, de acuerdo con dos informes, elaborados por separado, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la red Sin Fronteras, que coinciden en las “pobres condiciones” de algunos centros de internamiento de indocumentados, donde se registran tratos crueles e inhumanos, hacinamiento y falta de atención médica.
El informe del Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares de la ONU, que la semana pasada examinó las condiciones en México ante el tema migratorio, en un apartado alude a la situación de estas instalaciones.
Los 14 expertos independientes que integran el comité destacaron en sus observaciones que éste “sigue preocupado por las pobres condiciones de algunos centros de internamiento de inmigrantes, donde todavía hay casos de tratos crueles, inhumanos y degradantes, falta de atención médica y limitada”.
Además, destacaron que el organismo está “particularmente preocupado por situaciones en las que los trabajadores migrantes indocumentados afirmaron haber sufrido tortura y malos tratos, y en algunos casos tuvieron que convivir con los autores de estas violaciones”.
Por ello, los especialistas de la ONU recomendaron a México “que siga tomando las medidas adecuadas para mejorar las condiciones de internamiento en centros de detención de inmigrantes, de conformidad con las normas internacionales, e investigue las denuncias de abuso y tratos degradantes cometidos por funcionarios públicos, para sancionar a los responsables”.
Mientras, la red Sin Fronteras, integrada por más de 40 organizaciones no gubernamentales y que cada año realiza una investigación de campo, para su tercer informe se centró en las estaciones migratorias de Iztapalapa, en el DF, y la de Tenosique, Tabasco.
El documento afirma que “las violaciones a derechos humanos y las irregularidades dentro de las estaciones migratorias persisten”.
Sin Fronteras encontró que “los migrantes asegurados no siempre tienen información sobre el motivo de su ingreso a la estación y tampoco del procedimiento administrativo a que son sujetos. No son informados oportunamente de su derecho a solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado o de la posibilidad de ponerse en contacto con el consulado de sus países”.
Los indocumentados, se asegura en el documento, “son sujetos de discriminación por motivos de nacionalidad y capacidad económica. No reciben un trato digno y humano, acorde a los tratados internacionales que México ha signado. Se documentaron casos de extorsión en el interior de las estaciones”.
También, en la investigación se encontró que los migrantes enfrentan limitaciones en el acceso a comunicación telefónica y falta de atención médica y sicológica adecuada y oportuna, “particularmente en aquellos casos que requieren atención especial (víctimas de violencia sexual o de secuestro, embarazadas, con algún trastorno mental, epilepsia, con lesiones físicas o discapacidad)”.
Incluso, en la estación migratoria de Iztapalapa “se identificaron personas con trastornos mentales que se mantenían detenidas con el resto de la población, generando conductas de exclusión o compasión por parte de sus compañeros. Según testimonios de personas detenidas, el personal a cargo no responde a la atención de sus necesidades básicas”.
En este escenario, de acuerdo con el informe de la red Sin Fronteras, “las condiciones de hacinamiento, la falta de información sobre el procedimiento administrativo y la incertidumbre sobre el tiempo que permanecerán encerrados exacerban los síntomas de ansiedad, depresión y/o agresión”, entre los migrantes detenidos.
Fuente: El Universal, Primera Plana.
Reportero: Silvia Otero.
Publicada: 14 de abril de 2011.