En CSR Asia seguimos sorprendidos y entristecidos por la crisis que sufre Japón, producida por un terremoto en el Pacífico. Nuestras sinceras condolencias a todos aquellos afectados por esta tragedia. Muchos perdieron sus vidas, otros sus hogares y muchos perdieron su sustento. Viendo más allá de la crisis inicial, nuestro énfasis debe ir en ayudar a la gente a reconstruir sus vidas, sus negocios y sus comunidades.
Trabajando en asuntos de responsabilidad social con el sector privado, nos impresionó ver cómo muchas compañías (Japonesas y en otros países) respondieron a esta crisis rápidamente y de manera significativa. Creemos que una forma de apoyar a la gente de Japón es comunicando las importantes lecciones que aprendimos de los eventos y respuestas en Japón. Esa es la finalidad de este artículo.
Los desastres naturales no van a desaparecer. Van a repetirse en diferentes lugares y en diferentes momentos. Pero algo que está muy claro es que los desastres causados por el hombre, asociados con el cambio climático, también van a aumentar y por lo mismo es más importante que nunca prepararse y responder a los desastres. Creemos que el sector privado tendrá un papel importante en el futuro.
La pérdida de vidas y los impactos en los seres humanos es, evidentemente, nuestra principal preocupación. Pero ahora tenemos que enfocarnos en el proceso de recuperación. Mientras los desarrolladores de propiedades y las constructoras empiezan el importante proceso de reconstruir edificios, una importante consideración es la reconstrucción de las comunidades. Nuestra interconexión con la gente que nos rodea es parte importante de nuestra identidad y cultura y aunque no podemos recuperar a aquellos que perdimos, podemos empezar a reconstruir un sentido de comunidad, en donde las personas se ayuden unas a otras a recuperarse. La buena planeación y el desarrollo de arquitectura y comunidad será un aspecto importante de la reconstrucción y el sector privado tendrá un papel importante creando nuevas oportunidades a partir de la crisis.
La respuesta a los desastres por parte del sector privado ha sido impresionante, pero aún tenemos mucho que aprender. Las compañías de bebidas, que pueden convertir sus plantas embotelladoras en fábricas de agua de la noche a la mañana, pueden brindar este recurso vital a aquellos que ya no tienen su fuente habitual de agua. Las compañías en logística pueden ayudar a repartir artículos de emergencia a aquellos que los necesitan usando los sistemas de cadena de suministro que ya tienen en funcionamiento. Las aerolíneas pueden proveer espacio de carga y asientos para equipos médicos y personal de auxilio. Pero tal vez al trabajar en conjunto podemos ver que los negocios pueden tener el mayor impacto. Y al asociarse con las ONGs y el gobierno para tener las habilidades y capacidades para manejar las crisis, el sector privado tendrá incluso mayores capacidades para responder a los desastres.
El reto para todos los negocios es el empezar a no sólo responder de forma positiva a los desastres, sino también el considerar cómo pueden ser prevenidos o mitigados en primer lugar. No sólo responderán con dinero, sino que también tendrán que proveer las habilidades, recursos y capacidades que ya existen en sus compañías como lo ejemplificamos anteriormente. Todos tenemos cierto rol dentro de nuestras organizaciones; el reto es trabajar en cuál es ese rol.
Pero hay otras cosas que podemos aprender de los eventos que se suscitaron en Japón. Las cadenas de distribución de los negocios fueron afectadas gravemente demostrando la importancia de la planeación continua de los negocios después de una situación de desastre. Ahora estamos discutiendo la capacidad de recuperación de los negocios ante los desastres, con la firme convicción de que otras se unirán. Nos estamos dando cuenta de que los negocios necesitarán tener planes, tanto para lidiar con los desastres naturales como para lidiar con aquellos causados por los cambios climáticos. Al aumentar los niveles del mar, al aumentar las tormentas, aumentan las posibilidades de inundaciones en las zonas costeras, y con las infraestructuras siendo impactadas por los severos climas, el sector privado tendrá que trabajar en formas para seguir siendo negocio y mantener las fuentes de empleo, productos y servicios.
Durante la década pasada, aprendimos mucho acerca de cómo mitigar el impacto de las inundaciones costeras, por ejemplo. El trabajo de organizaciones como Mangroves for the Future (Manglares para el Futuro) ha demostrado que podemos ayudar a proteger las áreas costeras vulnerables plantando manglares. Pero también han demostrado que hay beneficios tanto medioambientales como oportunidades de desarrollo de las comunidades locales asociadas con los manglares. Dichos escenarios en los que todos ganan, en los que podemos proteger nuestro medioambiente, desarrollar las comunidades más necesitadas y en las que se provee protección costera contra todo tipo de desastres son el tipo de enfoques estratégicos hacia la responsabilidad social empresarial que muchos negocios están apoyando ahora.
Japón se recuperará. Es una nación innovadora y fuerte y a sufrido otros desastres en el pasado. Pero talvez, más que nunca, creo que veremos al sector privado proporcionando liderazgo mientras se desarrolla el camino hacia la recuperación. Las compañías japonesas son competitivas e ingeniosas y si logramos que la gente talentosa que maneja esas compañías regale un poco de su tiempo para contribuir con la reconstrucción, los resultados podrán ser más significativos y rápidos. Las compañías fuera de Japón también juegan un papel, reconociendo que los desastres pueden impactar sus propias localidades y sus cadenas de valor igual de rápido e intensamente.
Es importante que los negocios reconozcan que serán juzgados por sus grupos de interés en relación al papel que desempeñen en la preparación y respuesta a los desastres. La gente espera que el sector privado juegue un papel en el desarrollo de las comunidades y las naciones y que atiendan los retos globales a los que aún nos enfrentamos, incluyendo los desastres futuros. Ser parte de un proceso para comprometerse con el manejo de desastres puede ayudar a los negocios a ser fuertes. Responder de manera efectiva a los desastres, una vez que suceden, será parte importante de la reputación y confianza de un negocio. Para los negocios, los riesgos pueden convertirse en oportunidades si se comprometen en iniciativas estratégicas de responsabilidad social.
En CSR Asia tratamos de jugar un papel en el proceso de recuperación liderado por nuestros colegas en nuestra oficina de Tokio. Seguiremos haciendo nuestra labor en temas de preparación para los desastres y en el papel del sector privado. Trabajaremos en conjunto con nuestros Socios Estratégicos que están respondiendo a los eventos en Japón y trataremos de convertirnos en fuente de información y en centro neurálgico para aquellos que buscan más consejos y ayuda.
Fuente: Crs-asia.com
Por: Richard Welford.
Publicada: 15 de junio de 2011.