No es el futuro. La era de las marcas con propósito ha llegado. Los negocios que busquen enamorar a sus consumidores y ser realmente trascendentes deben encontrar la forma de generar valor a nivel colectivo. Impulsar el desarrollo social ya no es opcional; el mercado demanda empresas que se preocupen por el bienestar de las personas y el momento de hacerlo es ahora.
Las empresas que buscan construir marcas con propósito saben que integrar un propósito dentro de sus operaciones es fundamental para crear vínculos sólidos con sus grupos de interés. Colaboradores, inversionistas y consumidores generan relaciones más profundas con aquellas marcas que los convierten en actores de cambio y les permiten participar en la creación de algo positivo.
Las marcas con propósito identifican claramente sus valores y se aferran a ellos. Estas organizaciones se aseguran de que cada una de sus acciones esté orientada al cumplimiento de su propósito. Si piensas en ello es probable que te vengan a la mente gigantes como Google o Apple; pero no solo las tecnológicas pueden lograrlo.
Caso de éxito: Smart Fit
Empresas de todas las edades industrias y tamaños pueden convertirse en marcas con propósito. Un claro ejemplo de ello es Smart Fit – El Gimnasio Inteligente; una marca que en poco tiempo se ha consolidado como la mayor red de gimnasios en México.
Brindar fitness de alta calidad para todos.
Smart Fit llegó a México en 2011 de la mano de Grupo Martí, con el propósito de brindar fitness de alta calidad para todos. En aquel momento, diversos clubes deportivos ya eran fuertes en el mercado, pero sus costos resultaban inaccesibles para gran parte de la población.
La cadena de gimnasios llegó entonces con un producto que, si bien no cuenta con todas las funcionalidades de los clubes de lujo, ciertamente ofrece alta calidad a un precio accesible.
El modelo propuesto por la marca permitía entonces a un porcentaje importante mercado mexicano acceder a un gimnasio de alta calidad a bajo costo. Esto no solo marcaba un momento crucial en la evolución de la industria, también garantizaba un gran nivel de aceptación por parte de los consumidores.
Lo que viene…
Hoy la cadena brasileña cuenta con más de 80 unidades operando en México; ocupa el 5º lugar en el último ranking global de IHRSA (International Health, Racquet and Sportsclub Association) y el primero en América Latina. Además se ha consolidado como la cadena más grande y la empresa con el mayor crecimiento de la industria mexicana.
Alineándose con su propósito, la marca ha anunciado recientemente que integrará un modelo de franquicias para acelerar su expansión en México. Con ello espera alcanzar las 350 unidades en 18 estados y más de 60 ciudades del país.
«Hasta el momento somos la red de gimnasios más grande del país y estamos seguros que con este nuevo modelo podremos seguir impulsando el fitness de alta calidad para todos, llegando a más puntos del país donde aún no tenemos presencia”, declaró Alfonso Gómez Benet, CEO de Smart Fit México, a través de un comunicado.
El objetivo de este nuevo modelo es, desde luego, maximizar el crecimiento de la marca en México, pero también atraer inversionistas que compartan el propósito de bienestar con la cadena de gimnasios. Más de 1,300,000 usuarios en la región hacen al país uno de los más fuertes para la empresa y eso sin duda resultará atractivo para inversionistas responsables.
«Ahora buscamos empresarios con el mismo propósito que el nuestro, que quieran impactar el bienestar de más y más mexicanos a través del fitness de alta calidad”, destacó Benet.
El objetivo de encontrar aliados está sobre la mesa. No hay duda que las acciones de Smart Fit se alinean con su propósito de hacer el fitness accesible para todos. Porque un estilo de vida saludable es una necesidad, no un lujo.
