A dos años de que Australia se convirtiera en el primer país del mundo en establecer el empaquetado único para las cajetillas de cigarrillos y eliminar por completo la identidad de las marcas de este producto, los resultados de la medida ya parecen tangibles; y es que la nación presentó una importante reducción en las ventas de tabaco durante el primer año de su legislación.
De acuerdo con información de Reuters, las ventas de tabaco en el 2013 se redujeron un 3.4% en relación al año anterior, y aunque el gobierno australiano todavía no libera las cifras correspondientes a 2014 por tratarse de información comercial sensible, se espera que el resultado continúe con esta tendencia.
Esta significativa reducción en el consumo de tabaco ha incentivado a otras naciones a adoptar esta medida como una realidad. El gobierno de Irlanda fue el primero en seguir el ejemplo de Australia y prohibir toda la publicidad del tabaco adoptando el empaque homogeneo en el producto y ahora Reino Unido parece cada ves más cerca de sumarse a esta lista. ¿Estaremos frente a una tendencia irreversible?
En 2012, la organización británica Cancer Research UK lanzó un interesante experimento en el que cuestionó a algunos niños sobre los colores y diseños de las cajetillas de cigarros, mismos que con frecuencia se relacionan con elegancia y un alto nivel socioeconómico. El resultado es casi tan revelador como alarmante.
La organización ha asegurado que medidas como el empaque único para las cajetillas de cigarros probablemente no lograrán que los fumadores abandonen esta hábito dañino para la salud, pero contribuirán a reducir la cifra de alrededor de 600 jóvenes que se inician a diario en el consumo de tabaco. El gobierno británico parece estar de acuerdo con ello.
El subsecretario del ministerio de salud de Gran Bretaña, aseguró en un comunicado que la introducción de un paquete sencillo como única alternativa para los cigarros constituyen una respuesta proporcionada y justificada debido a los enormes riesgos de salud asociados al tabaco. «Al hacerlo, estaríamos un paso más cerca de tener una primera generación libre de humo», declaró.
Como era de esperarse, las tabacaleras no han aceptado esta medida de forma sencilla, pues afirman que además de tratarse de una infracción a los derechos de propiedad intelectual de las marcas, la ausencia de identidad en las cajetillas significa un riesgo de aumentar el índice de falsificación y contrabando.
Escocia, Gales e Irlanda del norte aún necesitan aprobar la propuesta de Inglaterra para adoptar esta medida, aunque se espera que se convierta en una realidad para el 2016.
