El crecimiento de los negocios impulsados por un propósito está moviendo a más sectores a alinearse con un movimiento social o causa en particular, más allá de las ganancias. Atrás parecen haber quedado las mejores ofertas o publicidad, hoy los consumidores quieren que sus marcas favoritas den un paso al frente para abordar los desafíos que enfrenta la humanidad.
En su caso particular, marcas de lencería inclusivas han estado ganando terreno con su responsabilidad social, gracias a su apertura y dedicación por deconstruir conceptos que afectan la percepción sobre el cuerpo femenino; y en su lugar han apostado por contenido de #BodyPositivity. Pero ahora, con un nuevo objetivo en la mira, la industria de lencería se está embarcando en un nuevo viaje: la concientización sobre el cáncer de mama.
Un rosa no tan rosa
Dana Donofree, sobreviviente de cáncer de mama y fundadora de AnaOno en 2014, una marca de lencería adaptable diseñada específicamente para sobrevivientes de cáncer de mama, comparte que, después de haber sido diagnóstica con la enfermedad a sus casi 28 años, tuvo que someterse a una extirpación de seno y una cirugía reconstructiva que cambiaron su forma de ver el cáncer de mama.
Además de transitar por una intensa angustia emocional, Donofree también estaba enfrentando cambios dolorosos y permanentes en su cuerpo. Fue poco después de su cirugía que, al acudir a comprar sostenes y verificar las nulas opciones que había para personas como ella, decidió dar un paso al frente para trabajar en marcas de lencería inclusivas.
Un año después de su cirugía, AnaOno ofrece una amplia gama de opciones. Los consumidores pueden comprar sostenes por tratamiento (preparación para cirugía, radiación, postoperatorio, explante y cosmético) o por tipo de cuerpo (mastectomía, lumpectomía, implantes, reconstrucción plana, senos unilaterales y naturales).
«Hay diferentes tipos de pechos, y las marcas de lencería deberían pensar en cómo los apoyamos realmente a todos».
Dana Donofree, sobreviviente de cáncer y fundadora de AnaOno.
Una lucha colectiva contra el cáncer
Fiel a su naturaleza como una de las marcas de lencería inclusivas, AnaOno también ejecuta un programa de asistencia para sujetadores. Impulsado por Pink Warrior Advocates, una organización sin fines de lucro con sede en New Braunfels, Texas, el programa ofrece prendas postquirúrgicas gratuitas a los pacientes que atraviesan dificultades financieras. La compañía estima que para fines de 2022, había regalado alrededor de mil sostenes a pacientes y sobrevivientes de cáncer de mama que lo necesitaban.
De acuerdo con Donofree, AnaOno ha atendido a más de 30 mil clientes hasta la fecha, pero también sabe que hay más oportunidades en el horizonte. Asimismo, la Sociedad Estadounidense del Cáncer estima que hay más de 3.8 millones de personas sobrevivientes de cáncer de mama, solo en el país.
Según las proyecciones de ventas de la empresa de investigación de mercado IBIS World, el mercado de lencería de EE. UU. crecerá a 6.3 mil millones de dólares en 2023. Y se prevé que el mercado global de ropa adaptable, definida como ropa especialmente diseñada para personas con discapacidad, supere un valor de 392 mil millones para 2026.
Se suman más marcas de lencería inclusivas
Otras marcas de lencería han comenzado a ver el valor de alinearse con la concienciación sobre el cáncer de mama. En 2021, Victoria’s Secret lanzó su primera línea de sujetadores para mastectomía, The Body by Victoria Mastectomy.
Asimismo, la compañía ThirdLove, empresa de sujetadores con tallas inclusivas también se ha asociado con AnaOno en 2022, para ofrecer y vender su línea de sujetadores post-operatorios a través de la tienda online de esta última.
Esta alianza ha sido fundamental para la visión de ThirdLove de hacia dónde debe ir la industria de la lencería, señaló su cofundadora Heidi Zak. Y añadió: «Cuando comenzamos ThirdLove en 2013, la industria de la lencería no reflejaba en absoluto cómo se veían las mujeres reales, y había una falta de inclusión en cuanto al tamaño, la edad, el origen étnico y la paracapacidad».
Básicamente, la asociación se ha basado en sumar los esfuerzos existentes para aumentar la concientización sobre el cáncer de mama. Razón por la que, desde 2020, ThirdLove ha hecho uso de sus distintas plataformas sociales, y colaboración con el Instituto y Fundación de Investigación Magee-Mujeres para crear videos «destructores de mitos» en TikTok que abordan conceptos erróneos comunes sobre esta enfermedad.
Acabar con el cáncer desde la Responsabilidad Social
Que existan marcas de lencería inclusivas aborda solo una parte del problema. Por lo que los gobiernos y empresas tienen en gran medida la responsabilidad social de encontrar posibles causas que se asocian al cáncer de mama, como es el uso de ciertos productos y sustancias tóxicas que se encuentran en los textiles.
Según las últimas investigaciones, en EE. UU. se han prohibido solo 40 productos químicos tóxicos que se pueden encontrar en los textiles. Mientras que en Europa se han prohibido más de 1,600 productos químicos de este tipo.
Para conocer más de las implicaciones que tienen los textiles en la salud de las mujeres y las personas en general, el estudio del Center for Environmental Health, una organización sin fines de lucro dedicada a frenar los productos químicos nocivos en los productos cotidianos reveló la asociación de BPA, un compuesto químico con efectos nocivos a la salud como asma y enfermedades cardiovasculares.
El hecho de que las marcas de lencería inclusiva estén abordando la importancia de incluir en sus modelos a mujeres sobrevivientes de cáncer habla de un cambio en las formas de hacer negocios, pensando en cómo se puede mejorar el bienestar de las personas.