¿Pagarías 350 euros por una bolsa hecha de retales de materiales sobrantes recogidos del suelo de una fábrica? La casa de moda estadounidense Coach apuesta por esto como un nuevo concepto para atraer a la próxima generación de consumidores de lujo, de acuerdo con The Guardian.
Hace veinte años, los bolsos más deseados se fabricaban con pieles de animales raros y exóticos. Sin embargo, hoy en día existe una clara demanda hacia el consumo sostenible, lo que ha llevado a las marcas de lujo a apostar por desechos en busca de alternativas responsables, como el cuero vegano y la moda circular.
Moda responsable
La popular bolsa Telfar, confeccionada con cuero 100% vegano, inició esta tendencia gracias a su popularidad en Nueva York. A mediados de abril, la marca de moda danesa, Ganni, lanzó un bolso hecho con los desechos de las granjas de naranjas y cactus, y Hermès, una prestigiosa casa de moda francesa, ha seguido estos pasos al experimentar con cuero de hongos.
«Cada vez que comes una manzana, básicamente te estás comiendo un bolso», bromeó Stella McCartney después de mostrar su última colección en marzo. Esta colección incluía bolsos hechos con desechos de manzanas que originalmente se cultivaban para jugo y mermelada en el norte de Italia.
Volkan Yılmaz, un experto en cuero que ha ganado popularidad en TikTok con su canal llamado Tanner Leatherstein, desmonta productos de cuero de lujo para evaluar su calidad y comparte su conocimiento en videos virales. Según él, es común malinterpretar el hecho de que animales como vacas, cabras, cerdos y ovejas sean criados específicamente por su cuero, cuando en realidad este es un subproducto de la industria cárnica, obtenido de animales que son sacrificados para el consumo de carne.
Sin embargo, según ingeniería ELeather, una empresa que ha desarrollado una tecnología patentada para transformar residuos de cuero en un material de cuero sintético de alta calidad y durabilidad, hasta el 75% de todas las pieles de cuero se desperdician. Según la investigación del Leather and Hide Council of America, solo en los EE. UU. en 2019, más de 5 millones de pieles terminaron en vertederos.
Gez Z exigen responsabilidad de las marcas
Al respecto, son la Generación Z —nacidos entre 1997 y 2012— los que están moviendo la aguja del cambio. Según una investigación de la consultora McKinsey, nueve de cada diez consumidores de la Generación Z creen que las empresas tienen la responsabilidad de abordar los problemas ambientales y sociales, mientras que el 54% está dispuesto a gastar un 10% más en productos sostenibles.
Joon Silverstein, vicepresidente senior de marketing global, creatividad y sostenibilidad de la casa de moda Coach, y director de Coachtopia, una submarca específica lanzada por Coach que se enfoca en la artesanía circular, señala que, según la investigación de la compañía, las generaciones mayores y los consumidores de lujo más establecidos tienden a considerar las piezas hechas de cuero reciclado como de baja calidad, mientras que «la Generación Z tiene una mentalidad diferente: lo consideran un asunto moral y ético».
No obstante, también señala que debido a los productos químicos utilizados en el proceso de curtido, donde las pieles se tratan y transforman en cuero, tampoco todo el cuero es biodegradable. Y aunque la piel sintética es aclamada regularmente como una alternativa ecológica o vegana, muchas de estas opciones, como la «piel sintética», están hechas de materiales a base de plástico y petróleo y presentan una variedad de problemas ambientales.
Coach no ha descartado explorar opciones basadas en plantas como las defendidas por McCartney. Silverstein dice que el concepto de Coachtopia prioriza la reducción de desechos: «Ya hay tanto que existe en este planeta, entonces, ¿qué tal si reutilizamos eso?».
Marcas de lujo apuestan por desechos y se enfrentan a desafíos…
El hecho de que las marcas de lujo apuesten por desechos representa un desafío. Silverstein comenta que utilizar los desechos es complicado porque son pequeños, irregulares, defectuosos e impredecibles. Sin embargo, marcas de lujo como Coach confían en que los consumidores de la Generación Z no se verán afectados por estas iniciativas, de hecho, podrían apreciarlo como una elección consciente y responsable.
En este contexto, Coach ha tenido que cambiar su proceso de «adelante hacia atrás». En lugar de dibujar cómo se vería un bolso perfecto y luego buscar los materiales, los diseñadores trabajan con los materiales que la empresa ya tiene. Silverstein puntualiza: «No se trata de querer colores perfectos o ideales. Obtienes lo que tienes».