El problema del control del alcohol es uno de los más difíciles de atacar por los programas de Responsabilidad Social Empresarial, ya que no sólo involucra la voluntad de la compañía que promueve el programa, sino la voluntad del individuo y, por si fuera poco, la circunstancia.
La guerrilla inglesa mostrada en este post es un buen ejemplo de lo que el marketing vivencial puede lograr por causas como ésta. Aquí se reprodujo una pinta de cerveza y se colocó dentro de ella a un hombre, responsable de manejar bajo los efectos del alcohol.
La sola aplicación BTL ya era motivo suficiente para llamar la atención, sin embargo se añadió un mensaje que hacía alusión a que gracias a esa pinta, el hombre allí atrapado, había perdido su licencia, su libertad; había tenido problemas con su novia, su familia; había sido fichado y había arruinado la Navidad de su amigo.
La ejecución fue desarrollada para el programa Think! del Departamento de Transportes del Reino Unido, quien en su página web señala que un individuo que ha bebido dos veces la cantidad de alcohol permitida para manejar, tiene 30 veces más riesgo de tener un accidente. Sin embargo no es posible determinar cuántas copas es el límite de un organismo porque cada uno es diferente en constitución, metabolismo, peso, estrés, cantidad de comida ingerida previamente, etc.
Este tipo de ejecuciones es exactamente lo que las nuevas tácticas de marketing pueden aportar a los programas de RSE.
Title «Man In Pint Glass»
Agency Leo Burnett United Kingdom/London
City London
Advertiser Department for Transport – UK