Es el goleador de película que convierte de cabeza casi desde la mitad de la cancha. A los 35 años, logra que un Monumental repleto coree su apellido por coronar en tiempo adicional una victoria clave para clasificar a la Selección al Mundial.
El, Martín Palermo, ahora se encuentra de nuevo en su hábitat azul y amarillo. Dice de la Selección y también de Boca. Eso sí, detrás hay otro Palermo. Hay un Palermo solidario.
Hay un 9 que goza goles que no se ven y son más valiosos que esos que evitaron la renuncia de Basile y empujaron a Maradona a Sudáfrica 2010.
Navegando por la web se encuentra a Palermo quitándose la ropa. Pero a no espantarse. Es un striptease solidario grabado hace unas tres semanas. La idea se la propuso una ONG con la intención de incentivar la donación de ropa para que sea aprovechada por la gente más carenciada.
Cada prenda que se saca el Titán la tira en un cubículo vidriado que cuenta con el logo de la fundación Comprometerse Más y con el lema “Donar ropa te hace feliz a vos y a mucha gente”. En el sitio www.sacatelaropa.com.ar ya fue lanzada la campaña y está el video, obvio.
El miércoles, en el museo de la Pasión Boquense, también estará Palermo con una misión extra futbolera. Es que ahí la fundación SOS Infantil, junto a Boca, presentará el libro “Sueños” que narra, entre fotografías y textos, montones de deseos y de vocaciones que tienen chicos y adolescentes. SOS Infantil atiende las necesidades de unos 250 niños de la Boca y de Barracas. Y al elegir padrino, no dudó: apuntó a Palermo. El no faltará.
“Lo de la ropa no lo dudé en ningún momento. Es una linda idea que sirve para concientizarnos. Por ahí uno tiene ropa en buen estado, que ya no usa, y puede ayudar a otro que la necesita”, le cuenta Palermo a Clarín.
Y luego estaciona en la semana próxima: “Apenas me propusieron ser padrino de la fundación dije que sí. Sé que por ahí puedo ayudar a sacarle una sonrisa a un chico o a que pueda sentirse mejor. Entonces lo hago”.
No empezó ahora con esta dulce costumbre Palermo. Hace un tiempo visitaba seguido el hospital Garrahan con una condición: si trascendía, dejaba de hacerlo.
Así Palermo alegra a los chicos, pero también recibe gratificaciones únicas. Una vez los padres de un niño con una enfermedad que suponían terminal le pidieron que visitara a su hijo. El fue y se conmovió. Lo que nunca imaginó es que esos mismos papás, varios años más tarde, lo invitarían a una fiesta para celebrar la milagrosa recuperación de su hijito que, según ellos, en un porcentaje tuvo como responsable a Palermo.
Cuando el tiempo se lo permite, Palermo también viaja al interior por objetivos de este tipo. Siempre ad honorem. Hace poco estuvo en Sunchales en el lanzamiento de un torneo de fútbol para chicos organizado por unos amigos suyos en la empresa Sancor Seguros.
“Martín recibió dos o tres propuestas para armar su fundación. Es una idea todavía un poco virgen, pero no la descarta”, asegura Gustavo Goñi, su apoderado”.
