La discriminación que padecen las mujeres en México es notoria desde hace varios años. Con el paso del tiempo esta situación se ha modificado, sin embargo aún queda mucho por hacer.
La discriminación de género se produce cuando se trata de manera desigual a las personas según su género, y por tal razón reciben un trato distinto.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres con estudios universitarios sufren el doble de discriminación de género en el ámbito laboral en comparación con aquellas que no tienen ningún grado.
Más estudios, más discriminación: esto es lo que enfrentan las mujeres en México
Tener un grado académico aumenta la posibilidad de ser víctima de discriminación, descalificaciones, maltratos, acoso o violencia sexual.
La diferencia entre la probabilidad de ser víctimas de violencia laboral del grupo de mujeres más estudiadas y el de mujeres sin escolaridad es casi del doble, según la estadística.
Estos datos también muestran que la pirámide de violencia laboral contra las mujeres por su nivel académico se encuentra de esta manera:
- Sin estudios: 18%
- Con primaria: 20%
- Con secundaria: 27%
- Con preparatoria: 28%
- Con licenciatura y posgrados: 33%
33% de las mujeres que tienen una licenciatura o posgrado suelen ser víctimas de prácticas discriminatorias, en comparación con mujeres con menores estudios académicos.
Dentro del conjunto de mujeres que no concluyeron ningún grado académico, 12 de cada 100 han sido discriminadas por su género alguna vez en la vida, mientras que para el grupo de las que tienen como mínimo un título universitario, la proporción es de 25 de cada 100.
El grupo que presenta más violencia en términos laborales son las mujeres que tienen entre 25 y 34 años, quienes han sido víctimas de al menos una vez de algún tipo de discriminación, maltrato o acoso.
Las mujeres de 65 años o más presentan el nivel más bajo nivel de violencia laboral con el 13% de víctimas.
Dicho conjunto es el más vulnerable a la violación de los derechos laborales, ya que empata con altos niveles de discriminación que están ligados con la maternidad.
Según la encuesta, la discriminación de mujeres con licenciatura o posgrados que trabaja en ocupaciones poco calificadas, incrementa de manera importante cuando están en edad reproductiva y disminuye hasta que las mujeres cumplen 50 años o más.
El 44% de las profesionistas de 20 a 39 años ocupa puestos de bajo rango, para las mujeres mayores de 50 años se reduce a 33%, y para las mayores de 60 años cae hasta 13%, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Entre las prácticas consideradas como violencia laboral se encuentra pedir prueba de embarazo antes de contratar a una mujer, promoverla a algún puesto, despedirlas en caso de embarazo, no pagarles lo mismo que a sus iguales o descalificar su trabajo por su género.
La encuesta señala que en México el 70% de las mujeres ha experimentado alguna de estas situaciones:
1. Las mujeres con estudios tienen menos oportunidades que sus iguales hombres para ascender de puesto. Esta es la práctica discriminatoria más común que sufren al menos una vez en su vida 1 de cada 10 mujeres con licenciatura o posgrado.
2. Ellas reciben menos paga por realizar el mismo trabajo que sus iguales hombres, 9% de las mujeres ha sido víctima de esta práctica.
Otras formas de discriminación que persisten en el mercado laboral mexicano son:
- Reservar tareas específicas para los hombres.
- Dar menos prestaciones a una mujer en comparación con su igual hombre.
- Decirles a las mujeres que no son adecuadas para ciertas tareas por su género.
- Limitar el desarrollo profesional de las mujeres en beneficio de sus iguales hombres.
- No contratarlas o despedirlas por su estado civil o por ser madres.