“Un mundo que no pueda responder al calentamiento global es uno donde no se cumplirán los valores que representa la ONU.”
Estoy de acuerdo con William Hague, el canciller de mi país, en cuanto a que el cambio climático es el mayor reto para la política internacional del siglo XXI. Un mundo que no pueda responder al cambio climático es un mundo donde no se cumplirán los valores que representa la Organización de las Naciones Unidas, cuyo objetivo fundamental es lograr la cooperación internacional para resolver problemas económicos, sociales, culturales y humanitarios.
Actualmente, el impacto y los costos del cambio climático recaen desproporcionadamente en los países en desarrollo. Esto es muy injusto y por tal motivo resultó prometedor que la COP 16 en Cancún 2010 haya reafirmado el compromiso de los países desarrollados para destinar 100 mil millones de dólares al año en financiamiento del clima en miras a 2020. Esta fue una idea que surgió inicialmente en la cumbre de Copenhague de 2009, como resultado de una propuesta en la que participaron el Reino Unido y México. Al mismo tiempo en México se celebró la primera reunión del Comité de Transición que diseñará la arquitectura del nuevo Fondo Verde Climático, la cual eligió al secretario Ernesto Cordero como copresidente del Comité.
Mi país asume este compromiso con plena seriedad, además de que reconoce la necesidad de medidas urgentes. El Reino Unido ya asignó 2.9 mil millones de libras esterlinas a las finanzas internacionales del clima para el periodo 2011/12 a 2014/15. Este dinero se administrará a través de nuestro Fondo Climático Internacional (ICF, por sus siglas en inglés), mismo que acaba de establecerse formalmente.
El financiamiento dentro del ICF obedece a tres prioridades generales, en las cuales trabajaremos tanto en el plano bilateral como en los canales multilaterales, de tal forma que logremos maximizar su impacto y el mejor valor por los recursos invertidos:
Demostrar que construir un crecimiento bajo en carbono y con capacidad de respuesta a gran escala es tanto posible como deseable.
Apoyar la adaptación en los países pobres y ayudar a construir un marco internacional eficaz en el tema de cambio climático.
Impulsar la innovación, crear nuevas alianzas con el sector privado para apoyar un crecimiento con capacidad de respuesta ante el cambio climático.
Las prioridades del Reino Unido para la asistencia en materia de cambio climático incluirá ayudar a los países en desarrollo para que reduzcan la deforestación, estimulen el crecimiento económico sustentable y se creen más trabajos verdes. La idea es brindarles las herramientas necesarias para que tengan un rol relevante en las negociaciones internacionales.
A su vez, el Reino Unido desempeñará un papel crucial para ayudar a poner en marcha acciones globales en el tema de cambio climático. Mi país es el único de los principales donadores que hasta el momento ha hecho compromisos financieros específicos de aquí a 2015. Esperamos que otros donadores hagan compromisos financieros importantes y ambiciosos, y esperamos que las empresas desempeñen un papel importante.
Como lo dejó muy claro la Revisión Stern de 2006, el reloj sigue avanzando. Con cada año que pasa, el costo de acciones efectivas para atacar el cambio climático se hace más grande. Es momento de actuar.
Fuente: Excélsior, Global, p. 3
Articulista: Judith MacGregor.
Publicada: 9 de mayo de 2010.
