A fin de que los niños de cuarto, quinto y sexto grados de primaria mejoren su lectoescritura, competencias y aprendizaje matemático, un grupo interdisciplinario de estudiantes, exalumnos y profesores investigadores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), liderado por el doctor Juan Carlos Olmedo Estrada, desarrolló la aplicación digital Mati-Tec, descrita por el profesor Olmedo como un proyecto de investigación pedagógico que utiliza tecnología.
“No es ninguna sorpresa el área de oportunidad que para el país representa la educación básica, cuyo resultado es esencial durante el resto del tramo formativo. Adicionalmente, el uso imprescindible que las nuevas generaciones dan a computadoras, teléfonos celulares, tabletas o videojuegos es insoslayable”, afirmó el doctor en estudios humanísticos con especialidad en ciencia y cultura, Olmedo Estrada.
Teniendo en cuenta lo anterior, el desempeño de México en lectura y matemáticas se encuentra por debajo del promedio, estimado en 493 y 490 puntos, respectivamente, por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En lectura, México está 60 puntos abajo y en matemáticas, 82, conforme a los resultados de la última encuesta del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de la OCDE.
Dicha encuesta, aplicada a nivel nacional a 62 por ciento de estudiantes mexicanos de 15 años, describe que 57 por ciento de los jóvenes en México no alcanza el nivel básico de competencias en matemáticas, resultado equiparable al obtenido por los países europeos Albania y Georgia; aunque mejor al desempeño de Brasil, Colombia, República Dominicana y Perú.
En lectura, 42 por ciento de los estudiantes mexicanos se encuentra por debajo del Nivel 2 —el nivel de excelencia se pondera en cinco o seis—, porcentaje significativamente mayor al que tiene Chile; muy similar al de Colombia, Uruguay y Costa Rica e inferior al de Brasil y Perú.
Desarrollo
El proyecto se realizó a partir de los planes de estudio oficiales de la Secretaría de Educación Pública (SEP), iniciando con matemáticas y quinto grado, mencionó el director del Departamento de Comunicación y Arte Digital del ITESM, campus Ciudad de México, Juan Carlos Olmedo Estrada.
“Buscamos diferentes aproximaciones y para ello se trabajó con profesores especialistas tanto en enseñanza tradicional como en el sistema Montessori. Así fue como se diseñaron recursos pedagógicos que resuelven problemas como el de las pruebas estandarizadas, en las que a los niños les cuesta mucho esfuerzo elegir la mejor opción de respuesta debido a la construcción tan abstracta de las alternativas que se presentan”.
Un grupo de estudiantes y ex alumnos del Tecnológico de Monterrey desarrolló la plataforma en la que, resolviendo preguntas de opción múltiple, el usuario avanza por temas y niveles de complejidad. “No es un videojuego porque ello requeriría tecnología más robusta y la pretensión es que con teléfonos bastante sencillos y no tan caros, los niños aprovechen la aplicación”, explicó el director del proyecto Mati-Tec, Juan Carlos Olmedo Estrada.
Las primeras pruebas piloto duraron tres semanas y se realizaron en dos escuelas públicas a cerca de 200 alumnos de quinto grado de primaria. Para conocer la eficacia de Mati-Tec, se evaluó a los niños antes y después. El resultado fue que los participantes mejoraron entre 10 y 25 por ciento sus competencias de aprendizaje. Ahora bien, además del examen previo y posterior al empleo de Mati-Tec, cada vez que los niños utilizan la aplicación, se mide el tiempo que le dedican, las preguntas que eligen, sus respuestas y lo que se demoran en contestar.
“Cuando, por ejemplo, alguien tarda dos o tres segundos en entrar y responder, es probable que no esté reflexionando lo suficiente y solo conteste al azar. Por lo tanto, el comportamiento de cada usuario al usar la plataforma se concentra en un servidor. De otra manera, sin medición y análisis, sería difícil concluir los beneficios del proyecto”, argumentó el coautor de México: crisis y oportunidad de la editorial Pearson-Prentice Hall, Olmedo Estrada.
Posteriormente, se aumentó la muestra, es decir, el número de infantes, así como el tiempo de utilización de Mati-Tec, extendiéndolo a un ciclo escolar completo. Adicionalmente, se incorporaron las materias de español y lectoescritura, lo que fue un reto adicional porque para dichas asignaturas, los recursos no solo son visuales, sino también auditivos, detalló el investigador.
Hasta el momento se han entrenado a más de seis mil niños tanto de escuelas públicas como privadas en diferentes estados de la república. A los planes de estudio de español y matemáticas de la plataforma, se sumaron los de cuarto y sexto grados con resultados favorables y aunque no han faltado los problemas técnicos, se han ido resolviendo bien en el camino, añadió el doctor Olmedo.
En el PISA 2015, se alude a que menos de uno por ciento de los estudiantes en México tiene nivel de excelencia en lectura y matemáticas. En ese sentido, aunque la mayoría pueda realizar operaciones aritméticas siempre que reciba las instrucciones necesarias, le implicará un problema representar matemáticamente cualquier situación. Por ejemplo, comparar la distancia total entre dos rutas alternativas o saber convertir precios a otra moneda.
Asimismo, las deficiencias en lectura limitan igualmente la participación efectiva y productiva en la sociedad, porque carecer de aptitudes para comprender mejor y localizar información rápidamente en un texto, discernir correctamente lo que es relevante de lo que no, analizar lo consultado y no poder construir hipótesis, dificulta cualquier tarea, según narra el documento del PISA 2015.
¿Qué ofrece?
Aunque el uso de teléfonos móviles dentro de salones de clase ocasiona discrepancia o inconformidad, en el caso de Mati-Tec es un elemento útil que potencia el aprendizaje bajo la guía y enseñanza del profesor, por lo que solo es posible generar nombres de usuario y contraseñas cuando las escuelas y profesores demuestran interés por trabajar con la plataforma.
“Para el empleo de Mati-Tec y la interacción con los alumnos, primero se capacita a los docentes, quienes, a su vez, entrenan a otros tantos. Si bien los estudiantes pueden acceder al sitio dentro o fuera del colegio por la necesidad de resolver ejercicios en casa, lo que se busca es que, antes de preferir jugar Plantas contra zombis, mejor se entretengan aprendiendo matemáticas, español o lectura y que Mati-Tec sea parte de su vida cotidiana”, manifestó Juan Carlos Olmedo.
El proceso de reactivos de opción múltiple de Mati-Tec es bastante complejo. Las opciones de respuesta enuncian errores comunes fáciles de elegir y pone en duda la selección correcta, tal como lo hace el Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) o el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval). Sin embargo, no importando si la contestación de los alumnos es certera o no, Mati-Tec los retroalimenta explicándoles por qué estuvieron bien o por qué no.
“El ambiente en el que están diseñados los recursos es lúdico, cuando los niños contestan bien, avanzan, ganan estrellas, suben de nivel y se convierten en algún animal mexicano, el nivel más alto está representado por un ajolote. En términos de programación y utilización, Mati-Tec opera de forma sencilla, no necesita de gran conectividad y tampoco de teléfonos móviles extraordinarios, la plataforma funciona bien con celulares elementales con acceso a Internet”, expresó el doctor Juan Carlos Olmedo Estrada.
Buscando multiplicar el acceso y sacar mayor provecho a la investigación, el equipo de trabajo, conformado por no más de diez investigadores y una veintena de estudiantes, pensó en la posibilidad de incorporar a Mati-Tec las millones de tabletas que otorga la SEP. Para ello hubo que hacer modificaciones a la programación y surgió Mati-Tec web que, además de funcionar en tabletas, se puede utilizar en computadoras de escritorio. “No obstante, Mati-Tec es un proyecto de investigación y ninguna universidad podría llevar su aplicación a millones de niños. El camino es que la SEP lo retome y considere como parte de la oferta de contenidos que ofrecen en las tabletas”, señaló el entrevistado.
Financiamiento
El doctor Olmedo Estrada agregó que este tipo de proyectos sería difícil de materializar si no se contara con socios colaboradores. Por ejemplo, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) apoyó a través del Fondo Sectorial de Investigación para la Educación SEP-Conacyt 2012-2013.
“Otros de nuestros copartícipes son Fundación Educa y Fundación Telefónica México que para las pruebas piloto nos proveyó de cientos de teléfonos móviles y de conectividad a Internet”.
Fuente: SinEmbargo