ShareAction, organización promotora de inversión responsable,realizó una clasificación de las 65 aseguradoras más grandes del mundo de acuerdo con las estrategias de responsabilidad climática y social que implementan. La evaluación de estas empresas arrojó que la mayoría de ellas presentan puntos ciegos en ESG, ya que no tienen las restricciones necesarias para los clientes que no son sostenibles.
Este estudio pone el reflector sobre las empresas que brindan servicios de seguros de vida,propiedad, accidentes y salud para mostrar la enorme área de oportunidad que este tipo de organizaciones debe atender en pos de mejorar su desempeño en materia de cuidado al medio ambiente, un reto común para la humanidad que requiere el esfuerzo de todos, no solo individuos, sino, principalmente, de las industrias. Entérate cuáles son las deficiencias del sector.
Aseguradoras tienen puntos ciegos en ESG
La evaluación gestionada por ShareAction para medir los parámetros de ESG de las aseguradoras más grandes del mundo analizó la estructura de gobernanza organizacional de las empresas, así como los compromisos en materia de ESG que estas tienen con sus clientes. Además, ShareAction revisó si las empresas contaban con un plan integral para medir sus impactos ambientales, sociales y naturales con sus clientes actuales y potenciales y cuáles eran las exclusiones de servicio.
La evaluación constó de treinta métricas y la mitad de las empresas obtuvieron calificaciones generales de E o F, las calificaciones más bajas que se podían lograr. Los puntajes más bajos fueron los de Lloyd’s of London, Sony Financial Group y Nationwide Mutual Insurance Co.
ShareAction afirmó que los resultados de las aseguradoras eran realmente débiles en todos los ámbitos, lo cual deja claro que este sector tiene una serie de cambios operativos que aplicar para alinearse con los objetivos climáticos.
Respecto a los resultados de las aseguradoras, Claudia Gray, jefa de investigación del sector financiero de ShareAction, declaró que las calificaciones revelan el «abyecto fracaso del sector de seguros a la hora de cumplir con sus responsabilidades de proteger tanto a las personas como al planeta» y llamó a implementar medidas urgentes.
Los fallos del sector de seguros
Además de evidenciar que las aseguradoras no están colaborando eficientemente en el cuidado del medio ambiente a través de sus operaciones, el estudio también permitió concluir que:
- Hay puntos ciegos en ESG: aunque las aseguradoras, en su mayoría, han firmado compromisos que contemplan el cero neto como requisito de inversión, las actividades realizadas no son coherentes con esta meta y ocho de cada 10 empresas no tiene objetivos climáticos para 2030. Tampoco han eliminado las inversiones en carbón térmico, gas y petróleo.
- Falta preparación para la transición climática: El análisis señala que menos de un tercio de las aseguradoras publicó un plan de transición climática y la mayor parte de las aseguradoras se han olvidado de favorecer su alianza con empresas que realizan actividades bajas en carbono.
- Se requiere planeación para la transición climática: Las aseguradoras requieren publicar planes de transición climática alineados con el cero neto, basados en la ciencia climática y aptos para detectar el greenwashing.
- Se requieren intervenciones regulatorias: en caso de que el sector de seguros no tome acción al respecto de sus actividades, será necesario crear y aplicar medidas para regular a esta industria.
La RSE como parámetro de asociación
La evaluación de las 65 empresas de seguros llevada a cabo por ShareAction refrenda la necesidad de evaluación constante del desempeño sostenible de las empresas de cualquier industria, pues ello permitirá detectar fallos, inconsistencias y oportunidades de mejora en el cumplimiento de los acuerdos de sostenibilidad y medir el apego a los criterios ESG.
ShareAction nos recuerda que, si queremos un mundo más verde, es necesario que todo tipo de asociación contemple una previa evaluación de las actividades de la empresa, cliente, proveedor o prestador de servicios al que se considera afiliarse, ya que sólo cuando las acciones sostenibles de una empresa sean un requisito ineludible para invertir, comprar, contratar o brindar un servicio lograremos un cambio a la altura de la crisis climática actual.
Por otra parte, el papel de la regulación de actividades en todas las industrias resulta crucial en el avance de los objetivos sostenibles, ya que no sólo las empresas deben comprometerse a que sus operaciones no perjudiquen el medio ambiente, sino que deben existir entidades dedicadas a sancionar y alinear a las organizaciones que no están tomando con seriedad la urgencia de una economía verde.