La economía en el mundo está desequilibrada. En la actualidad muchos niños y niñas son obligados a trabajar para producir ropa, zapatos u otros objetos.
Esta situación es ignorada por la sociedad, la desconocen o prefieren no profundizar en el tema. Por esta razón se han creado campañas para erradicar el problema y sensibilizar a las personas.
Cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dicen que son más de 152 millones de menores y adolescentes entre 5 y 17 años que trabajan; la mitad de ellos, 73 millones, realiza trabajos peligrosos, 19 millones tienen menos de 12 años.
A pesar de los convenios en donde se establece la edad mínima para trabajar, las peores formas de trabajo infantil y sobre el panorama actual del trabajo en menores de edad, muchos infantes continúan trabajando.
Es necesario reforzar las medidas globales para combatir el trabajo infantil, donde la mitad de las víctimas tiene entre 5 y 11 años.
Medidas para combatir el trabajo infantil
La OIT propone elevar el compromiso que tiene en sus Estados Miembros, y de esta manera adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso; de igual manera descartar las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y el uso de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas.
De acuerdo con la Asamblea General de las Naciones Unidas, la OIT se encargará de implementar la resolución por la que se declara al año 2021 como el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil.
Así fue que Argentina asumió el liderazgo de la promoción de dicho compromiso internacional como seguimiento de la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil, celebrada en Buenos Aires en noviembre de 2017.
“Esperamos que este sea un paso más en la intensificación de los esfuerzos y el avance, día a día, hacia un mundo en el que ningún niño o niña sea sometido al trabajo infantil o a la explotación, y un mundo en el que el trabajo decente para todos sea una realidad”, dijo Martín García Moritán, delegado de Argentina ante las Naciones Unidas.
De acuerdo a la OIT, en los últimos años se ha evolucionado satisfactoriamente para erradicar esta situación, y es importante señalar que entre 2000 y 2016, la reducción mundial del trabajo infantil en el mundo ha sido del 38%.
De acuerdo con Beate Andrees, jefa del Servicio de Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo del organismo, «en los dos últimos decenios, la lucha contra el trabajo infantil ha cobrado un impulso extraordinario”.
“Aunque, a nivel mundial aún hay 152 millones de menores inmersos en el trabajo infantil. Es evidente que tenemos que intensificar más las actuaciones, y la decisión de la Asamblea General de declarar 2021 el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil será de gran utilidad para centrar la atención en los millones de niñas y niños que aún trabajan en el campo, las minas y las fábricas”.
La mayoría del trabajo infantil se lleva a cabo en la agricultura. En esta labor 3 de cada 4 menores y adolescentes desempeñan funciones de pesca, silvicultura, cría de ganado y acuicultura. El resto lo hace en servicios y en el sector industrial.
Datos duros sobre el trabajo infantil:
- 152 millones de niños y niñas de entre 5 y 17 años de edad se encuentran en situación de trabajo infantil; casi la mitad de ellos, esto es, 73 millones, realizan trabajos peligrosos.
- El trabajo infantil peligroso es prevalente entre los menores de entre 15 y 17 años. No obstante, de la cuarta parte quienes realizan un trabajo peligroso, 19 millones, son menores de 12 años.
- Casi la mitad, 73 millones (48%) de las víctimas de trabajo infantil tienen entre 5 y 11 años; 42.5 millones (28%), entre 12 y 14 años; y 36.5 millones (24%), entre 15 y 17 años de edad.
- El trabajo infantil se concentra sobre todo en la agricultura, 71% en pesca, silvicultura, cría de ganado y acuicultura; 17%, en los servicios; y el 12% en el sector industrial, incluida la minería.