Así como ser socialmente responsable no es invertir 100 pesos en una causa y 1,000 en promover lo donado, así como compromiso social no es pintar de verde distintivos de las empresas o fotografiar focas para el anuario, así, en esa medida, medir monetariamente las ventajas de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es difícil.
Los beneficios de la RSE son muchos, sin duda se obtiene una licencia social y la empresa se convierte en un “buen vecino”, pero la ganancia en pesos y centavos sigue siendo complicada de calcular, según expertos.
Jorge Fabre, director de la Escuela de Negocios de la Universidad Anáhuac del Sur, destacó que existe evidencia, aunque empírica, que demuestra que hay mejores rendimientos de inversión de las empresas que se conducen de manera responsable.
Previo a la crisis financiera mundial del 2008, el índice de sustentabilidad en Brasil tuvo rendimientos, en 10 años, 600 puntos base más que el Bovespa.
“Cuando ayudamos a la comunidad no vendemos más cemento, pero nuestras operaciones fluyen de una manera más estable, el empleo local va bien y las operaciones son más estables”, dijo Vicente Saiso Alva, director corporativo de Sustentabilidad de Cementos Mexicanos.
INTERÉS CRECIENTE
Enrique Bertran, socio de prácticas sustentables del despacho PriceWaterhouseCoopers, explicó que ser sustentable reduce los costos de los insumos de una empresa y los ahorros de luz y agua se reflejan en la facturación de la empresa.
“La empresa gana credibilidad mientras que tener un precio diferenciado por el esfuerzo de conservar el medio ambiente puede llevar a la empresa a mercados adicionales”, explicó el experto en el tema.
Lourdes Melgar, directora del Centro de Sustentabilidad de la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, coincidió con lo anterior y agregó que las adecuaciones a las estructuras de negocios y los ahorros energéticos son elementos medibles.
“Existe gran interés de las empresas para ingresar en ese rubro”, mencionó al citar el caso de la minera mexicana Peñoles, que busca que la comunidad donde opera no dependa totalmente de la extracción de los minerales, sino que se desarrolle en otros rubros.
Melgar detalló que las empresas en la actualidad piden a los directivos de las empresas que sean verdes y que demuestren que se interesan por el cuidado del medio ambiente.
Marcella Lembert, vicepresidenta de Filantropía de Bank of America-Merrill Lynch expresó que en una empresa del sector financiero muchos de los clientes quieren hacer negocios con ellos por su programa de responsabilidad social.
Pero también reconoció que el negocio está en que los hijos de los empleados sean sus futuros clientes o sus futuros trabajadores.
“GARANTIZA SUPERVIVENCIA DEL NEGOCIO”
Los investigadores de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, Robert Eccles, Ioannis Ioannou y George Serafeim, se preguntan si el establecimiento de una cultura de Responsabilidad Social Empresarial es medible. La respuesta para ellos es sí.
Los estudiosos analizaron un universo de 90 empresas altamente sustentables y 90 compañías que no lo son. Los casos de estudio se realizan con empresas similares que laboran en los mismos o similares mercados y venden productos que compiten entre sí.
En un extenso análisis, los profesores de la prestigiada universidad destacan que las empresas que se enfocan en el corto plazo para dar rendimientos a sus accionistas se encuentran con la pérdida de valor de las compañías en el largo plazo.
Por otro lado, las empresas que no están “teniendo ese lenguaje barato” y que invirtieron en tecnología y en un cambio de estructura tuvieron mejores resultados. Lo anterior, según el estudio, les permitió tener inversionistas más comprometidos, la atención de los fondos de pensiones que buscan mayores rendimientos, sin contar que ayudaron a la preservación del medio ambiente.
El análisis destaca que el comportamiento en los mercados accionarios de las empresas sustentables tuvo 5% mejor valuación que los que no son sustentables.
Fuente: Eleconomista.com.mx
Por: Eduardo Huerta
Publicada: 13 de diciembre de 2011.