El futuro de las montañas de la ciudad polarizó las posturas de ambientalistas, intelectuales y catedráticos que defienden los cerros El Hormiguero, La Bufa y Los Picachos, en contra del proyecto para su urbanización que promueve el alcalde priísta Nicéforo Guerrero Reynoso, junto con un empresario local.
Una escalada de protestas ciudadanas en las calles rechazó a través de las redes sociales y cartas de alerta enviadas a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) han marcado la desaprobación al desarrollo inmobiliario.
Ambientalistas advierten el riesgo de que Guanajuato pierda el título de Patrimonio de la Humanidad, que hace 22 años le asignó la UNESCO, por la amenaza a tres de sus reservas naturales.
El jurista Ramón Izaguirre, vocero de la organización Guanajuato Somos Todos, lamentó que el alcalde mantenga una extraña protección a un proyecto de un particular y que promueva incluso en medios electrónicos la urbanización del patrimonio natural. “Esa actitud es muy grave, es una actitud parcial”.
La protesta social atrajo la atención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de la UNESCO.
El organismo mundial solicitó al ayuntamiento información de la factibilidad del cambio de uso de suelo en el predio conocido como Granja La Bufa, la cual se encuentra en las faldas del cerro del Hormiguero.
Los inconformes advierten que de origen, el ayuntamiento autorizó la construcción de un centro comercial y viviendas en las laderas de los cerros al margen de las leyes locales y federales.
El 13 de julio, el ayuntamiento de Guanajuato aprobó el dictamen CDUE-11/2009-2012 relativo a la autorización de la factibilidad de cambio de uso de suelo respecto del inmueble Granja La Bufa, de la empresa Azacán.
El predio abarca 36 hectáreas en una parte de las faldas de la Bufa y de El Hormiguero. En esa zona la población celebra desde el año 1600 la tradicional fiesta de San Ignacio de Loyola (el Día de La Cueva).
El cabildo respaldó el cambio de uso de suelo sin contar con un proyecto de ordenamiento de territorio municipal y sin que la dependencia federal de medio ambiente otorgara los permisos necesarios para la transformación de una zona natural en un complejo comercial, que incluye un hotel de cinco estrellas y un área habitacional.
El empresario Rodrigo Marcocchio, dueño del predio, asegura que la urbanización de las faldas de los cerros de La Bufa y El Hormiguero consiste en la creación del “Parque Cultural San Ignacio, que generaría mil empleos durante su construcción y unos 3 mil al entrar en operación”.
Decisión a plebiscito
En medio de las protestas ciudadanas, el alcalde priísta Nicéforo Guerrero Reynoso solicitó al Instituto Electoral del Estado de Guanajuato un plebiscito para consultar a los capitalinos sobre la urbanización en los cerros, el cual tendrá un costo de un millón 110 mil 761 pesos al ayuntamiento y que se realizará el 5 de diciembre, primer ejercicio de este tipo en la historia del estado.
El vocero de “Guanajuato Somos Todos” explicó que el desarrollo territorial de un municipio no se resuelve con una consulta pública. A la defensa de los cerros se han sumado académicos, intelectuales, estudiantes, familias completas y políticos de oposición y colegios de profesionistas en agrupaciones como Salvemos los Picachos, Observatorio Ciudadano y Guanajuato Somos Todos, el Consejo Ecologista Guanajuatense y el Frente Cívico Euquerio Guerrero.
Entre las voces a favor está Ricardo Herbert Chico, presidente de Canirac, quien a título personal considera que este tipo de proyectos equipa a la ciudad de servicios, genera empleos y prepara al estado para “vivir del turismo”.
Fuente: El Universal, DF-Estados , p. C9.
Reportero: Xóchitl Álvarez
Publicada: 17 de Noviembre de 2010
