El cuerpo con el que nacemos determina, en cierta medida, las experiencias por las que debemos pasar a lo largo de nuestra vida. Una de ellas es la menstruación, que aún sigue siendo un tema tabú, a pesar de ser parte de la cotidianidad de quienes nacieron biológicamente con un cuerpo de sexo femenino.
Sin embargo, algunas personas que tienen periodos no se identifican como mujeres y eso les trae una serie de problemas adicionales relacionados con este proceso fisiológico. Es por ello que marcas como Vuokkoset quieren hacer visible la diversidad mediante el lanzamiento de la línea de productos FOR MEnstruation, cuyo objetivo es abrir la conversación sobre la menstruación inclusiva.
¿Qué es la menstruación inclusiva?
La menstruación inclusiva es un concepto que reconoce y respeta la diversidad de género de las personas que menstrúan. Tradicionalmente, la conversación y los productos relacionados con la menstruación han estado dirigidos exclusivamente a las mujeres. Lo que excluye a quienes no se identifican como mujeres pero aún experimentan la menstruación, como los hombres trans y las personas no binarias.
Por ello la línea FOR ME de Vuokkoset cuenta con productos fueron diseñados con la idea de abarcar a todas las personas que menstrúan, independientemente de su identidad de género. La gama FOR ME incluye tampones, protectores diarios y toallas sanitarias, todos fabricados con algodón orgánico y biodegradable.
Lo que distingue a esta línea es su enfoque neutral en cuanto al género. Los productos no están etiquetados con colores o imágenes tradicionalmente asociados con lo femenino, sino que adoptan un diseño minimalista y colores neutros. Esto crea una experiencia más inclusiva para los consumidores y refleja el cambio hacia una norma de género más neutral en la sociedad.
De esta manera, al ofrecer productos menstruales que no se limitan a la idea de lo femenino, la línea FOR ME de Vuokkoset ayuda a ampliar la conversación sobre la menstruación y a promover la igualdad de género.
Un tabú que atraviesa diferentes realidades sociales
La menstruación ha sido durante mucho tiempo un tema rodeado de tabúes en muchas culturas en todo el mundo. El cual se manifiesta a través de la vergüenza, el silencio y la falta de educación adecuada sobre el tema. Este fenómeno afecta no solo a las mujeres, sino también a los hombres transgénero, quienes pueden experimentar la menstruación debido a la falta de acceso a la atención médica necesaria para la transición completa o simplemente porque no se han sometido a la cirugía de reasignación.
Una de las razones fundamentales detrás de este tabú es la percepción de la menstruación como algo sucio, vergonzoso o incluso como un castigo. Estas ideas erróneas se han perpetuado a lo largo de la historia y se han transmitido de generación en generación. Como resultado, las personas que menstrúan a menudo ocultan su ciclo menstrual y sienten vergüenza al hablar de ello, lo que contribuye a la falta de conciencia y comprensión sobre la menstruación inclusiva.
Para las mujeres, esto puede tener graves consecuencias en su salud física y emocional. Puesto que la falta de acceso a productos menstruales adecuados, la estigmatización en torno a la menstruación y la falta de información sobre la salud menstrual pueden llevar a problemas de salud reproductiva, ausentismo escolar y laboral, e incluso a problemas de autoestima y salud mental.
Además de todo lo anterior, a los hombres trans la menstruación puede generarles disforia de género y contribuir a sentimientos de alienación y exclusión social. Asimismo, la falta de reconocimiento de las necesidades de salud específicas de las personas trans por parte de la sociedad y los sistemas de salud puede dificultar aún más su acceso a la atención médica adecuada durante este periodo.
Importancia de la educación menstrual inclusiva
Aunque haya diferencias ideológicas, e incluso políticas, respecto al género, su concepción y sus implicaciones, no se puede negar que, al compartir la misma realidad biológica, debemos asegurarnos de no excluir a nadie de un problema que nos afecta en conjunto. Es por ello que es necesario abordar la menstruación desde una perspectiva inclusiva, reconociendo y respetando la experiencia de todas las personas que menstrúan.
Una educación menstrual inclusiva comienza con el reconocimiento de que la menstruación no es algo asociado con un determinado género. En cambio, es un proceso natural que puede experimentar cualquier persona que haya nacido con un cuerpo de sexo femenino. Esto podría ayudar a eliminar el estigma y la vergüenza asociados con la menstruación en personas que no se identifican con el género femenino y todas sus expectativas de conducta.
Además, es indispensable proporcionar información precisa y completa sobre la menstruación, así como sobre los diferentes tipos de productos menstruales disponibles y cómo usarlos de manera segura y efectiva. Esto garantiza que todas las personas que menstrúan puedan tomar decisiones informadas sobre su cuidado menstrual y acceder a los productos que mejor se adapten a sus necesidades individuales.
Estrategias para promover la educación menstrual inclusiva
Promover la educación menstrual inclusiva requiere la implementación de diversas estrategias que aborden las barreras culturales, sociales y estructurales que limitan el acceso a una educación menstrual equitativa y respetuosa. Algunas estrategias clave incluyen:
- Integración en el currículo escolar: Garantizar que todas las personas, independientemente de su identidad de género, reciban información precisa y respetuosa sobre la menstruación.
- Formación docente: Sensibilizar sobre la diversidad de género y la importancia de un lenguaje inclusivo.
- Acceso a productos menstruales: Distribuir de forma gratuita productos en entornos educativos y comunitarios, así como eliminar los impuestos sobre los productos menstruales.
- Espacios seguros y acogedores: Implementar políticas antidiscriminatorias y crear grupos de apoyo entre pares.
- Campañas de sensibilización: Utilizar medios de comunicación, redes sociales y eventos comunitarios para difundir mensajes inclusivos y educativos, tal como lo hace Vuokkoset.
- Participación comunitaria: Involucrar a comunidades y organizaciones locales, y colaborar con grupos de derechos humanos, organizaciones de salud y líderes comunitarios para abogar por cambios políticos y sociales.
Abordando las necesidades específicas de todas las mujeres y otras personas menstruantes, independientemente de su identidad de género, origen étnico, situación socioeconómica o postura política, estamos reconociendo y respetando la diversidad de experiencias corporales. Al mismo tiempo, estamos desafiando estigmas arraigados y construyendo una sociedad más inclusiva y compasiva.
