Crisis mundiales, como la pandemia de la COVID-19, la invasión de rusa a Ucrania y la actual crisis climática, exacerban los problemas relacionados con el hambre y obstaculizan el objetivo de eliminarlos, alcanzando así uno de los primeros y más básicos objetivos del desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la ONU: Hambre Cero.
Con más de 250 millones de personas que podrían encontrarse al borde de la hambruna, es necesario actuar rápidamente para proporcionar alimentos. La buena noticia es que el mercado de alimentos reciclados puede ser una de las soluciones, según Triple Pundint.
Combatir el hambre a través del reciclaje
Si bien el nombre técnico de alimentos reciclados no inspira confianza inmediata, la reutilización de productos agrícolas que de otro modo se desecharían podría contribuir en gran medida a aliviar el hambre en el mundo, al tiempo que reduce el desperdicio de alimentos y contribuye a la lucha contra el cambio climático.
Aunque esta práctica requiere de una amplia tecnología, la demanda de alimentos reciclados está en aumento. El año pasado, el mercado de alimentos reciclados tenía un valor de poco menos de $ 53 mil millones, y se pronostica que la industria agregará otros $ 30 mil millones a su participación de mercado en la próxima década.
Por supuesto, esto requerirá una ampliación a escala para procesar una variedad de ingredientes sobrantes, desde las manzanas de marañón usadas para crear carne alternativa por la empresa de alimentos reciclados Cajú Love, hasta sus galletas con chispas de chocolate hechas con granos sobrantes resultantes de la elaboración de cervezas artesanales, hasta refrigerios y bebidas que utilizan la parte sobrante de la fruta del cacao, y mucho más.
Cajú Love: Un caso de éxito en el mercado de alimentos reciclados
Cajú Love lanzó su producto insignia, una alternativa a la carne, en 2021 y está disponible en línea. Se produce a partir de las sobras de la industria del anacardo en Brasil. A pesar de que se producen 2,7 millones de manzanas de anacardo cada año, solo alrededor del 12 por ciento se prensa para hacer jugo o se convierte en mermelada y otros productos, y el resto se desperdicia.
«La carne de anacardo tiene el potencial de alimentar a una población en crecimiento sin ejercer presión sobre el medio ambiente. Cajú Love ha sido pionera en el movimiento de alimentos reciclados al crear un nuevo alimento básico a base de plantas a partir de anacardos reciclados».
Alana Lima, fundadora de Cajú Love.
Según Lima, Cajú Love ha construido un nuevo sistema de cadena de suministro para reciclar las manzanas de anacardo. Esto ayuda a conservar la energía en la producción de alimentos, reduce el desperdicio de alimentos, la explotación del suelo y el uso del agua, y proporciona un flujo de ingresos adicional para los agricultores locales.
Mercado en crecimiento de alimentos reciclados
La carne de la fruta de anacardo, que se asemeja a la carne de res desmenuzada, es parte de un movimiento creciente para recuperar la producción agrícola y los granos gastados. Además de Cajú Love, hay otras empresas que también han encontrado formas de utilizar los granos gastados, como los de la producción de cerveza, para crear alimentos para mascotas y bocadillos.
Brewer’s Foods es una de esas marcas. El fabricante de bocadillos para mascotas agregó recientemente galletas con chispas de chocolate a su línea, que ya incluía galletas saladas. Del mismo modo, Leashless Lab produce golosinas para perros a partir de granos que se usaron por primera vez para elaborar cerveza.
Leashless Lab y US Foods se encuentran entre las docenas de marcas con productos que han sido certificados por la Upcycled Food Association, una organización sin fines de lucro que tiene como objetivo promover el uso de alimentos reciclados y reducir el desperdicio de alimentos en la cadena alimentaria.
Sin embargo, no todos los desechos de alimentos reciclados se convierten en alimentos reales. Otros usos incluyen el desinfectante de manos y el vodka producidos por Lost and Found Distillery y los productos para el cuidado de la piel de BYBI. En total, la Upcycled Food Association afirma haber evitado que se desperdicien 840 millones de libras de alimentos.
Reciclar alimentos ayuda a combatir el hambre el medio ambiente
El desperdicio de alimentos contribuye a una gran cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, que se estima en 170 mil millones de toneladas métricas, según la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. Además, el metano producido por los alimentos desechados en los vertederos también agrava este problema.
Aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en el mundo se desperdicia, generando pérdidas anuales por valor de 940 mil millones de dólares. Además, 1 de cada 9 personas pasa hambre, lo que hace que esta situación sea aún más alarmante. Sin embargo, es posible cambiar esta realidad mediante el reciclaje a gran escala.
A pesar de esto, la mayoría de los consumidores no están familiarizados con los alimentos reciclados. Por lo tanto, se necesitan campañas publicitarias y educativas para difundir su conocimiento y entusiasmar a los consumidores con estas alternativas. Estas medidas integrales también son necesarias para alcanzar el objetivo de Hambre Cero.
