Un pájaro no puede volar con una sola ala. Justo eso pasó con estas mujeres astronautas; les cortaron un ala para no lograrlo.
Trece mujeres astronautas y un sueño imposible. ¿En serio fue tan inalcanzable o algo se interpuso en su camino?
¿Qué es Mercury 13?
Mercury 13 se refiere a trece mujeres estadounidenses que, como parte de un programa financiado con fondos privados, se sometieron a algunas de las mismas pruebas de detección fisiológica que los astronautas seleccionados por la NASA en 1959 para el Proyecto Mercury. Sin embargo, las mujeres astronautas de Mercury 13 nunca volaron en el espacio. ¿Por qué?
Estas 13 mujeres nacieron para volar, pero era la década de 1960 y únicamente les permitieron soñar con ser astronautas. Las mejores pilotos de Estados Unidos formaron parte de un programa secreto, el “programa Lovelace”, para evaluar cómo se enfrentaban a las mismas pruebas de selección que los primeros astronautas de la NASA, los Mercury 7.
Mientras ellos salían en las portadas de las revistas y se consideraban héroes nacionales, ellas soñaban en secreto con ser las siguientes en lograr ir al espacio. Hoy se les conoce como las Mercury 13: las 13 mujeres que se toparon con el sexismo en el camino hacia el espacio y por eso tuvieron que quedarse en la Tierra. Esta es la historia de las 13 mujeres a las que la NASA les negó el espacio, las que superaron las mismas pruebas médicas que los primeros astronautas americanos, pero nunca consiguieron cumplir su destino.
Las historias de las 13 mujeres astronautas
Estos son los nombres de las 13 mujeres: Jerrie Cobb, Bernice Steadman, Janey Hart, Jerri Truhill, Rhea Woltman, Sarah Ratley, Jan y Marion Dietrich, Myrtle Cagle, Irene Leverton, Gene Nora Jessen, Jean Hixson y Wally Funk.
Jerrie Cobb
Cobb se convirtió en la primera mujer estadounidense y la única de las Mercury 13 en someterse y pasar las tres fases de prueba. Estaba decidida a tener una carrera en aviación, como piloto en lugar de asistente de vuelo u otra ocupación femenina de esa época. Desgraciadamente, le tocó vivir en esa época y fue casi imposible para ella obtener un trabajo como piloto, por lo que se conformó con un trabajo en el aeropuerto de Miami. Le negaron la oportunidad de ir al espacio debido a su género. Después se convirtió en consultora de la NASA, pero renunció por no tener ningún impacto.
Jerrie Cobb había nacido para volar. Su primer vuelo fue a los 12 años con su padre. A los 17 ya era piloto y a los 21 instructora de vuelo. En 1959 conoció a Randy Lovelace, el investigador responsable de las pruebas médicas de selección de la NASA. Lovelace tenía curiosidad por saber cómo pasarían las mujeres estas pruebas y Jerrie le pareció la candidata perfecta. Empezaron a hacerlas en secreto.
Esta es la historia de las Mercury 13, las mujeres astronautas y su sueño de ir al espacio.
Entre las 87 pruebas médicas había descargas eléctricas para probar reflejos, hielo en los tímpanos para inducir vértigo, enemas y endoscopías (tragar un tubo de casi un metro para ver el funcionamiento gástrico), beber agua radiactiva… Jerrie no solo pasó las pruebas, superó al 98% de todos los candidatos.
Jerrie y su amiga Janey Hart, otra de las Mercury 13, incluso le escribieron al presidente de los Estados Unidos, Kennedy, pero perdieron la batalla. En otro momento, hicieron una campaña en la prensa. Se enfrentaron con el sexismo de los periodistas: ¿por qué no pensaba en casarse en lugar de ser astronauta?, ¿por qué quería competir con los hombres?, ¿cómo una chica tan guapa como ella era piloto?
Jerrie Cobb no pudo ser astronauta, pero nunca dejó de volar. Nunca olvidó su sueño y en 1998 pensó que podía tener otra oportunidad. La NASA envió al espacio a John Glenn, con 77 años, para estudiar los efectos del espacio en personas mayores. Se organizó una campaña para pedir que también se enviara a Jerrie, pero no lo consiguió.
Bea Steadman
En 1961, Bea fue invitada para participar en las mismas pruebas que Jerrie Cobb acababa de hacer y terminó entre las 13 finalistas.
Janey Hart
Ella fue otra de las mujeres astronautas de la que, lamentablemente, no se sabe mucho.
Jerri Truhill
Su padre intentó explicarle la vida en esa época diciendo: «Cariño, las chicas simplemente no vuelan aviones, eso es trabajo de los HOMBRES». Ella se destacó tan bien como Bea y Jerrie Cobb, y se convirtió en una de las Mercury 13 solo para ser, como ella dijo, «destrozada por la NASA».
Rhea Woltman
Poco después de las pruebas con Mercury 13, Rhea dejó de volar profesionalmente.
Sarah Ratley
Una más en la lista de mujeres astronautas a quienes la NASA negó su sueño.
Jan & Marion Dietrich
Las gemelas idénticas, Jan y Marion, tenían 34 años cuando pasaron la prueba y ahí terminó todo.
Myrtle Cagle
Ella aprendió a volar a los 12 años gracias a su hermano. Su madre convenció al director para que se uniera a clases de aviación. Lo hacía tan bien, que cuando el instructor dejó de trabajar, ella tomó su lugar como maestra.
Irene Leverton
Ella es otra en la lista de mujeres astronautas que no lograron ir al espacio.
Gene Nora Jessen
Ella fue la única que le escribió una carta a Lovelace describiendo su formación en aviación y pidiéndole ser aceptada. Lovelace le escribió: «Venga».
Jean Hixson
Ella fue considerada por las chicas de Mercury 13 como la mejor de la tripulación y la más experimentada de todas.
¿Por qué estas 13 mujeres astronautas no lograron ir al espacio?
Wally Funk
Funk siempre quiso ser astronauta. Ella se ofreció como voluntaria para formar parte del programa Mujeres en el Espacio en 1961, convirtiéndose en una de las Mercury 13.
Funk obtuvo un puntaje más alto que el que obtuvo John Glenn en sus pruebas y fue la tercera mejor de las participantes en Mercury 13. Pero debido al sexismo y otras circunstancias, el programa se canceló antes de que las mujeres se sometieran a su última prueba.
La más pequeña de las Mercury 13, Wally, no renunció nunca a su sueño. Incluso viajó hasta Star City, en Rusia, para entrenar como astronauta y conocer a Valentina Tereshkova.
Les faltaba la última fase en una base militar, pero el programa se canceló antes. Las mujeres astronautas de Mercury 13 reorientaron sus vidas de distintas formas: pilotos comerciales y profesoras de aviación.
La primera mujer en el espacio
La primera mujer en el espacio fue la soviética Valentina Tereshkova en Vostok 6 el 16 de junio de 1963, aun cuando existía este grupo de mujeres astronautas que pasaron las pruebas físicas y psicológicas tres años antes del vuelo de Tereshkova.
Estas 13 mujeres de los Estados Unidos superaron las mismas pruebas médicas que pasaban los hombres, mas nunca consiguieron convertirse en las primeras mujeres en llegar al espacio por la falta de apoyo de la NASA y el sexismo. La primera mujer estadounidense en hacerlo fue Sally Ride en 1983.
¿Crees que estas mujeres astronautas pudieron haber hecho algo más para que su sueño se cumpliera? ¿Les faltó algo para convertirse en Valentina Tereshkova? Te leemos en los comentarios.