En las últimas décadas, los bonos de carbono han surgido como un poderoso incentivo financiero para empresas, ONG y gobiernos que buscan reducir su huella climática. Entre sus objetivos está el incentivar a las empresas a esforzarse e invertir en la reforestación, la conservación de la energía y las energías renovables.
Recientemente el Portal Reuters dio a conocer información sobre el contrato firmado por Meta y BTG Pactual Timberland Investment Group (TIG), en el que se acordó que Meta compraría 1,3 millones de créditos de carbono, con opciones para comprar 2,6 millones de créditos adicionales. Pero ¿Qué son los bonos de carbono y cómo estos ayudan a disminuir la huella de carbono? ¡Aquí te contamos!
¿Qué son los bonos verdes?
Dentro de los acuerdos internacionales en los últimos años, como el Protocolo de Kioto, el Acuerdo de París y el Pacto Climático de Glasgow han establecido un marco con normas para aplicar los bonos de carbono de forma que los países limiten las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los bonos de carbono también conocidos como “bonos verdes” son un permiso de emisión para una cantidad determinada de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. De acuerdo con Eos Data Analytic por cada bono o crédito de carbono, se puede liberar a la atmósfera una tonelada métrica (2204 libras) de CO2 o una cantidad equivalente de otro GEI. Cada crédito representa una reducción de una tonelada métrica de emisiones de dióxido de carbono.
Estos bonos permiten a las empresas a las que les resulta difícil reducir directamente sus emisiones comprar acciones a otras empresas que sí reducen las emisiones de forma más económica. De esta forma compensar las emisiones de gases de efecto invernadero a fin de cumplir con los objetivos climáticos corporativos.
La importancia de los bonos de carbono es tal que es posible comerciar con ellos y existen multitud de acuerdos de compra-venta entre empresas.
Los bonos de carbono están disponibles en dos formas diferentes:
- Certificados de reducción de emisiones (CER). Los emiten y supervisan fondos institucionales, sobre todo para compensar el impacto medioambiental de determinados proyectos, como las centrales eléctricas.
- Reducción voluntaria de emisiones (VER). Estos bonos de carbono se negocian en mercados voluntarios libres de la regulación de terceros.
Existen contradicciones en esta práctica, ya que las empresas con más capacidad económica pueden adaptarse al mercado de compra-venta para seguir emitiendo gases de efecto invernadero sin la necesidad de invertir en prácticas más ecológicas. Estas empresas simplemente pueden simplemente comprar todos los créditos que necesiten para continuar con su negocio.
Los créditos de carbono en LATAM
Recientemente Meta acordó comprar hasta 3.9 millones de créditos de compensación de carbono de la rama forestal al banco de inversión brasileño BTG Pactual Timberland Investment Group hasta 2038.
Estos créditos fueron generados por los proyectos de restauración forestal de BTG Pactual TIG en América Latina, uno de los gestores de tierras forestales más grandes y antiguos del mundo.Ha plantado más de 7 millones de plántulas, según el comunicado.
Meta dijo que el acuerdo es su mayor transacción de eliminación de carbono de un solo proyecto y es parte de su compromiso de alcanzar emisiones netas cero en toda su cadena de valor en 2030.
De acuerdo con el portal América Economía, no es la primera vez que BTG vende este tipo de bonos, en junio, anunció la venta de 8 millones de créditos de carbono a Microsoft en la mayor transacción de este tipo de créditos realizada jamás en todo el mundo.
Los acuerdos de Microsoft y Meta se producen pese a que la demanda de compensaciones prácticamente se estancó el año pasado. Empresas como el gigante alimentario Nestlé y la casa de moda Gucci han reducido su compra de créditos en medio de dudas generalizadas de que sirvan para reducir las emisiones.