El año 2030 es un año de definición. Se supone que para esta fecha varios países tendrían que haber alcanzado su meta en la que se comprometieron en 2015: reducir las emisiones contaminantes y ayudar al planeta a ser y estar mejor. Todo esto está dentro de las metas de desarrollo sostenible de la agenda 2030.
Son las empresas las primeras que deben cumplir con la agenda y las metas, sin embargo diferentes estudios dicen que es probable que ellas no puedan alcanzar las metas de sustentabilidad para 2030.
De acuerdo con el índice de progreso social de Deloitte, la cual tiene como objetivo la evaluación de desarrollo con una “visión global de calidad de vida de la gente”, las empresas no alcanzarán los índices de desarrollo sostenible formulados por naciones unidas ONU.
Esto es porque el proceso de los países ha sido lento y desigual y que no se ha logrado cubrir todas las áreas de derechos humanos.
Por su parte, México se encuentra en el lugar 48 del índice de progreso social y está debajo de Perú, Brasil y Panamá.
Las naciones con mayor desempeño, según el mismo estudio fueron Canadá, Países Bajos, Australia, Reino Unido y Alemania. Encabeza la lista Dinamarca.
Son las empresas las primeras que deben cumplir con la agenda 2030 y las metas de sostenibilidad.
A pesar de que no se llegará a los objetivos de 2030, “cuatro años de resultados del índice nos dicen que el mundo está mejorando de manera general en 113 países, de los 128 clasificados que demuestran progreso”. Las áreas a las que se les da prioridad en los resultados “están principalmente impulsados por mejoras en el acceso a la información, las comunicaciones y la educación avanzada que impulsan el progreso social a nivel mundial.
De acuerdo con expertos de KPMG en su estudio de desarrollo sostenible, tomar con seriedad esa realidad es importante, ya que “solo las compañías sostenibles sobrevivirán en el largo plazo; las que no, quedarán rezagadas. Por eso el desarrollo sostenible no es una moda pasajera: es una obligación”.
La sustentabilidad es un tema importante que define el eje de los objetivos de desarrollo sostenible, por ello, según los expertos porque “el futuro está ligado a un ajustado balance que tenga en cuenta tanto a las personas como los recursos dentro y fuera del negocio […] No es acertado acabar con los recursos pesqueros, los bosques, el agua, o contaminar el suelo arable con químicos tóxicos”, aseguran expertos de KPMG. Con el fin de que las empresas puedan comenzar una ruta crítica para destejer la problemática, la consultora Deloitte tiene una serie de recomendaciones en su estudio del panorama global de sustentabilidad y su impacto en México”.
Es importante medir el buen gobierno, no sólo por fines estadísticos o por una tendencia, sino porque ello marcará su valor real. La sustentabilidad es parte del nuevo escenario competitivo de los negocios.
Asimismo, se debe evaluar que cada empresa no subestime el poder que tienen las organizaciones gubernamentales, ni
su capacidad de colaborar con ellos para formar alianzas estratégicas que mejoren su desempeño.
Además también se recomienda que a nivel interior se cuente con el control y las auditorías de procesos internos.
Y es que según Milenio, la transparencia permite traducir la información en acciones concretas.
“Ahora, en su cuarto año, el índice de progreso social 2017 está diseñado para complementar el PIB a través de una visión más integral y medir lo que realmente le importa a las personas”.