Marco Trujillo y Cuauhtli Padilla pasaron al menos cuatro años desarrollando una pulsera que busca convertirse en el dispositivo que rompa con las limitantes de personas con discapacidad visual.
“Es un wearable, una pulsera inteligente que amplía la percepción del discapacitado visual de obstáculos que tiene alrededor”, explicó Trujillo.
El wearable fabricado por Trujillo, ingeniero en Mecatrónica por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Guadalajara, aplica el concepto tecnológico de los coches autónomos de firmas como Google o BMW, el cual consta de un sensor de proximidad para localizar los obstáculos y objetos cercanos al usuario.
Innovación
Cuando el usuario se va acercando a algún objeto, escalón u obstáculo, la pulsera emite vibraciones de diferente intensidad, de acuerdo con la distancia a la que está.
A diferencia del bastón, la pulsera da un alcance mayor. Mientras que el bastón le permite al usuario ubicar los obstáculos u objetos que se encuentran a dos o tres pasos de distancia, la pulsera consta de un rango de alcance de hasta 5 metros.
Cuando el usuario se va acercando a algún objeto, escalón u obstáculo, la pulsera emite vibraciones de diferente intensidad, de acuerdo con la distancia a la que está.
“Es un sensor de proximidad que está en la muñeca y desde la muñeca el usuario lo puede dirigir a diferentes lugares, según sea su interés, y entonces hacia donde apunta, él sabe si hay obstáculos y que tan cerca están”, refirió el ingeniero.
Trujillo señaló que la pulsera SunuBand no busca ser un sustituto del bastón que por muchos años ha sido una herramienta esencial para los discapacitados visuales, sino un complemento que les permita un desplazamiento más natural.
Sin embargo, comentó que el wearable funge como un instrumento que permite tomar mejores decisiones sobre la ubicación del usuario.
“El bastón es como una extensión del brazo, pero tiene muchas limitaciones; sólo te dice lo que tienes dos o tres pasos al frente. Es ahí donde SunuBand mejora el escenario para los invidentes. Anticipa el poder tomar mejores decisiones de orientación”, dijo Trujillo.
El desarrollo de la pulsera comenzó hace cuatro años, cuando los dos ingenieros mexicanos visualizaron el potencial de mercado mientras se encontraban realizando su servicio social en una institución para invidentes.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud estiman que en el mundo existen 40 millones de personas con alguna discapacidad visual.
Pese a que la firma ha sido financiada con inversión ángel, mediante organizaciones como el Instituto Nacional del Emprendedor y tras ganar cinco concursos en diferentes partes del mundo, están contemplado llevar a cabo una campaña en Kickstarter, en donde la pulsera sería comercializada a un costo de 2 mil 700 pesos e incluiría el SunuTag, una especie de sensor que se puede colocar en diversos objetivos y que envía vibraciones a la pulsera para localizar las cosas.
Fuente: El Financiero