Los mexicanos beben más refresco que leche pues el consumo de ésta es de 340 mililitros per cápita al día, una cantidad que se mantiene desde hace años sin crecer e incluso “ya se consume la misma cantidad de cerveza que de leche”, aseguró Juan Carlos Pardo Bejarano, presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec). La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) recomienda que la ingesta diaria de leche sea de 500 mililitros o medio litro diarios por persona, así que cada mexicano consume 68 por ciento de la cantidad recomendada.
El consumo de leche no ha crecido y la que se ingiere en forma líquida, es decir fresca o pasteurizada, sólo representa 40 por ciento de la producción total, explicó el empresario. Por eso la tendencia en la industria ha sido procesar la leche en otros productos como los yogurs en diferentes variedades y presentaciones, así como los quesos de los que México tiene una larga tradición en los de tipo regional pero también importados, pues éstos últimos ya concentran 20 por ciento del mercado.
En los últimos 10 o 15 años el mercado de leche ha crecido un 2 por ciento anual en general, pero el mercado del queso se incrementa a 3 por ciento anual y el sector de los yogurs y bebidas lácteas crecen a 6 por ciento anual. “Se ha revolucionado la forma de consumir de leche”, dijo el dirigente de la Canilec debido a la variedad, sabores, tipos y hasta productos deslactosados que se fabrican.
Históricamente, el país ha sido deficitario en la producción de leche pues importa un 30 por ciento de lo que requiere la población pero el empresario aclaró que se trata sobre todo de leche en polvo que se utiliza como ingrediente o insumo para otros productos lácteos, de panadería, confitería e incluso para la industria farmacéutica.
Refutó las acusaciones de que la leche engorda y debe limitarse su consumo pues señaló que en un estudio de la Universidad de Harvard se recomendó moderar el consumo de leche pero se debe a que en Estados Unidos se consumen 700 mililitros de leche al día y la recomendación es de 500 mililitros, “así que en México nos falta un gran camino para llegar a la recomendación”.
“La leche es un alimento y como tal se debe reconocer y queremos acercarla a toda la población o sus derivados a través de una campaña de promoción lácteos con el sector primario y el gobierno federal así como influir en las autoridades para que se establezca un programa de leche escolar para garantizar a los niños un vaso de leche como existía antes”, indicó Pardo Bejarano, entrevistado luego de firmar un convenio de colaboración con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para que los industriales del sector informen claramente en las etiquetas sobre los ingredientes de su mercancía.
Mencionó que los precios de los lácteos se han mantenido estables, en general, pero depende del tipo de producto del que se trate y de la decisión de cada empresa, al tiempo que no descartó que haya afectaciones por la devaluación del peso frente al dólar.
Sobre el impacto que el sector tendrá por los recientes aumentos en la gasolina y electricidad, dijo que está tratando de que eso no influya en los precios para el consumidor final pero comentó que “lo que influye principalmente es el precio de la materia prima, de la leche líquida. Sin duda, la presión del tipo de cambio puede impactar en empaques sobre todo, pero hasta hoy estamos tratando de mantener los precios para apoyar a la economía de las familias, pero es una decisión que cada empresa toma en lo particular y, por ley, el tema de los precios no lo podemos tratar en la cámara para evitar que haya arreglos o especulaciones entre diferentes industrias para evitar sanciones de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece)”.
Fuente: La Jornada