¿Cuál es el precio de ser invidente en México?, ¿cuál es el costo que debe pagar una persona con esa discapacidad para aprender y obtener información como cualquiera?
Brenda es una de muchas personas invidentes que no pudo continuar su educación media superior debido a diversos obstáculos que se encontró en el camino, como la falta de textos e infraestructura para aprender según sus condiciones.
Pero ese desafortunado hecho fue el que motivó a Joaquín Casanova –quien fuera profesor de física y matemáticas de Brenda en su natal Ciudad del Carmen, Campeche–, a crear MyDot, un dispositivo que traduce cualquier texto digital al sistema Braille.
El oscuro lado del Braille
Se calcula que en México 10% de la población tiene una discapacidad y que de ellos 10% padece discapacidad visual; y la situación es poco alentadora para estas personas.
Los costos de acceder a información, educación y entretenimiento, son altos.
Por ejemplo, algunas organizaciones de asistencia pública con capacidad económica pueden adquirir impresoras –baratas- para sistema Braille que cuestan poco más de 3,000 dólares e imprimir libros que solicitan bajo pedido particulares o instituciones.
Además, existen pocas instituciones dedicadas a producir libros en este sistema, el Comité Internacional Pro Ciegos es una de ellas, y las editoriales son contadas. En cuanto a la oferta de material, los libros son viejos, y se cuenta sólo con los clásicos pero en ediciones antiguas.
Ni hablar de que un invidente cuente con una biblioteca propia y encuentre un libro en braille en cualquier sitio; a menos que sean las salas braille de la Biblioteca Vasconcelos, la Biblioteca de La Ciudadela, el Comité Internacional Pro Ciegos o en la Biblioteca Nacional.
El precio de estos libros se eleva a casi 40% más no sólo por todo lo anterior, sino por el costo del papel especial –opalina de 125 gramos–, y porque cada cuartilla de un libro impreso tradicional representa tres o cuatro en braille.
Por ejemplo, El Amor en Tiempos de Cólera en Braille se compone de 6 o 7 tomos, cuando impreso en tinta sólo tiene alrededor de 378 páginas.
En resumen, imprimir libros en braille es caro, éstos requieren mucho papel y, por tanto, ocupan más espacio.
Tecnología para una vida digna
MyDot es un aparato similar a una tableta electrónica que en la superficie cuenta con hileras de puntos que suben y bajan para generar los caracteres en sistema Braille y que el usuario sea capaz de leerlos; con ello, el dispositivo busca ser una alternativa para las personas con discapacidad visual, ya sea con fines educativos o de esparcimiento.
Contrario a lo que sucede con los libros en braille, el diseño de MyDot está planeado para ser usado de forma fácil, pues es portable y ergonómico, y cuenta con características como almacenamiento a través de tarjeta SD, botones que permiten seleccionar las funciones de inicio, avanzar y regresar, y otros que sirven como índice del listado de los títulos guardados.
El proyecto fue enriquecido con las opiniones de la Escuela Nacional de Ciegos Licenciado Ignacio Trigueros, Constantine Editores, Prisma ONG y la Biblioteca Vasconcelos.
Nos hemos sentido como en un viaje que trae emociones encontradas pero tenemos la satisfacción de que somos parte de una generación en la que no sólo imaginamos el futuro, sino que lo hacemos tangible al desarrollar nuestras ideas, y la mejor manera es creando productos que ayuden y sean parte de un mejor mañana”, señaló Joaquín en entrevista para Dinero en Imagen.
Los emprendedores esperan comercializar MyDot con el mismo precio que un celular o tableta de gama media; con la finalidad de que sea accesible. “Basados en nuestra investigación de mercado, encontramos que estos artículos son de uso cotidiano para las personas invidentes”, comentó Joaquín.
Fuente: Dinero en imagen