El derecho a desconectarse del trabajo, después de cumplir el horario laboral, sigue siendo un sueño para los mexicanos, quienes aseguran estar al pendiente de correos electrónicos hasta cuando salen de vacaciones.
Mientras en México, 77% de los trabajadores continúa revisando mensajes en días de asueto, según una encuesta de Trabajando.com, dejar las actividades laborales en la oficina ya es una realidad en Francia. Desde el primer día del 2017, los empleados del país europeo no pueden ser solicitados por sus empresas una vez que concluya la jornada de trabajo. Esto, según las autoridades galas, con la finalidad de equilibrar vida personal y profesional y reducir los niveles de estrés entre los miembros de la organización.
Pero una iniciativa de este tipo, ¿podría funcionar en México? Vicente Fernández Fernández, investigador de la Escuela de Educación, Humanidades y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey, asegura que en nuestro país el problema recae en la falta de respeto, ya que a pesar de que la Ley Federal del Trabajo indica que la jornada máxima de un mexicano no debe sobrepasar las 48 horas a la semana, las actividades de 28.8% de los nacionales excede las 50 horas, según un informe elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“En países como Francia, donde la jornada es de 35 horas a la semana, es fácil decir que los empleados deben desconectarse. Pero en México no podemos pedir más, primero hay que empezar a respetar la jornada de 8 horas al día”, menciona el académico.
No hay que ignorar que la presión de intensas cargas de trabajo y las largas jornadas laborales son las principales causas de enfermedades como el Síndrome de Fátiga Crónica (SFC) que, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), afecta alrededor de 500,000 nacionales, lo que puede ocasionar una disminución de hasta 50% en la productividad laboral.
En este sentido, Rocío Gutiérrez, académica del departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana, menciona que la clave está en modificar la filosofía de las empresas y empezar a trabajar por objetivos. Los horarios flexibles y el home office son ejemplo de las medidas que se tienen que empezar a implementar en las organizaciones.
“El problema es que el trabajo en equipo lo entendemos como estar todos en el mismo sitio y no como colaborar para cumplir una misma meta. Los líderes tienen que cambiar y empezar a entregar reconocimientos por cada objetivo cumplido y eliminar los de puntualidad”, expone.
Hace 20 años, cuando la gente no tenía celular ni acceso a internet, las jornadas laborales terminaban al salir de la oficina. Ahora, las herramientas tecnológicas parecen estar absorbiendo el tiempo libre de los trabajadores. Sin embargo, los académicos brindaron algunos consejos para lograr desconectarse de la actividad empresarial:
1. Hacer ejercicio. Además de mejorar el rendimiento físico, realizar alguna actividad deportiva despeja la mente y oxigena el cerebro, lo que nos permite ser más creativos y pensar con mayor claridad.
2. Decir adiós. Enrique Ramírez, director de Capital Humano de la Universidad La Salle, recomienda definir lo importante de lo urgente: “No todo puede ser para ayer, hay que conocer las obligaciones y derechos que tenemos como trabajadores y saber decir adiós cuando nuestro trabajo haya terminado”. Nadie es imprescindible en la oficina.
3. Organizar y planear. Quizá el motivo por el que tus jornadas laborales exceden las 48 horas semanales sea la falta de planeación, es importante organizar tus actividades del día y compartir responsabilidades con el equipo de trabajo.
Fuente: Expansión CNN