Los mexicanos cada vez prefieren consumir más agua embotellada y menos refrescos.
Un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Centro de Población de la Universidad de Carolina del Norte al que REFORMA tuvo acceso atribuye esto a la aplicación del impuesto especial a bebidas carbonatadas.
Al respecto, compañías refresqueras apuntan que dicha tendencia tiene varios años y no está relacionada con el gravamen.
Sin embargo, el estudio asevera que el impuesto especial redujo las ventas de refresco en 10 por ciento y aumentó las de agua embotellada en 13 por ciento.
Los investigadores midieron y compararon las preferencias de consumidores de hogares que viven en localidades de más de 30 mil habitantes entre el primer semestre de 2013 y el mismo periodo de 2014.
En tanto, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que contrastan los mismos periodos arrojan una caída de 3.6 por ciento en las ventas de refrescos frente a un aumento también del 3.6 por ciento en las de agua embotellada.
Esto significó, de acuerdo con el Inegi, un incremento de 9.5 por ciento en el valor de las ventas de agua, mientras que, para los refrescos, dicho valor tuvo una reducción de 0.41 por ciento.
Fuente: Reforma
