Según datos del proyecto de investigación Small Arms Survey, por cada 100 personas, existen aproximadamente 10 armas sin registro en México, ya que solo 3.1 millones cuentan con los permisos estipulados para este tipo de artefactos, de los cuales en total circulan 16.8 millones por todo el territorio.
La posesión ilegal de armas es una problemática para cualquier sociedad, ya que condiciona ciertas reacciones, pues al saber que alguien tiene en posesión una, el resto puede generar sensaciones de amenaza; además esto incrementa los crímenes, delincuencia y por ende la violencia.
La leyes de armamento
En nuestro país, el derecho a acceder y mantener una arma de fuego está regulado por la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, la cual estipula que «toda arma de fuego deberá manifestarse a la Secretaría de la Defensa Nacional, para el efecto de su inscripción en el Registro Federal de Armas».
Además, en cuanto a la tenencia regulada se establece que pueden adquirirse pistolas de funcionamiento semi-automático de calibre no superior al .380 (9mm.), revólveres en calibres no superiores al .38 Especial y de uso deportivo.
Quedando prohibidas, las que son de uso exclusivo del ejército, como son:
- Revólveres calibre .357 Magnum y los superiores a .38 Especial.
- Pistolas calibre 9 mm. Parabellum, Luger y similares, las .38 Super y Comando, y las de calibres superiores
- Fusiles, mosquetones, carabinas y tercerolas en calibre .223, 7 mm., 7. 62 mm. y carabinas calibre .30 en todos sus modelos.
- Pistolas, carabinas y fusiles con sistema de ráfaga, sub-ametralladoras, metralletas y ametralladoras en todos sus calibres.
- Escopetas con cañón de longitud inferior a 635 mm. (25), las de calibre superior al 12 (.729 ó 18. 5 mm) y las lanzagases, con excepción de las de uso industrial.
- Municiones para las armas anteriores y cartuchos con artificios especiales.
- Cañones, piezas de artillería, morteros y carros de combate.
- Proyectiles-cohete, torpedos, granadas, bombas, minas, cargas de profundidad y lanzallamas.
- Bayonetas, sables y lanzas.
- Navíos, submarinos, embarcaciones e hidroaviones.
- Aeronaves de guerra y su armamento.
- Artificios bélicos, gases y substancias químicas de aplicación exclusivamente militar.
La realidad de las armas sin registro en México
Sin embargo, parece que la normativa y los procesos de regulación están inmunes a la realidad de violencia que se vive en el país, pues de acuerdo con Aristegui Noticias, el consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alejandro Celorio, declaró que México ocupa el quinto lugar mundial de armamentos sin permiso.
Dicho señalamiento, emitido en el marco Día Interamericano para Contrarrestar la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, muestra que la deficiencia en el control hace que alcanzar el idílico comentario de «Abrazos y no balazos», que manifiesta del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, sea casi imposible.
[…] El problema no solo es la cantidad de armas, sino las características de estas y que son traficadas ilícitamente. Un buen número de estas armas son de alto poder y diseño para uso militar, esto otorga a los grupos criminales un poder de fuego significativo.
Alejandro Celorio, consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
La gravedad de que estos artefactos se encuentren en circulación queda evidenciada con la cantidad de homicidios que son cometidos con ellos, ya que, al menos en el primer trimestre del año pasado, 7 de cada 10 asesinatos se cometieron con una arma de fuego.
¿De dónde provienen?
La Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) es la encargada de la fabricación del poco armamento que se produce a nivel nacional, y como dicta la Ley antes citada, «los particulares no pueden comercializar armas de fuego», siendo la Dirección General de Industria, la única institución facultada para hacerlo.
Sin embargo, cada año ingresan 200,000 piezas de armamento, la mayoría son armas sin registro en México, que provienen principalmente de Estados Unidos, incluso, Alejandro Celorio, apuntó que esta cifra es más alta, ya que datos del gobierno, estiman que «se trafican medio millón de armas al país a través de la frontera».
La forma más común en la que se compran y se trasladan estas armas es por medio del «tráfico hormiga«, práctica que consiste en el reclutamiento de ciudadanos estadunidenses que las adquieren en establecimientos de los estados fronterizos, como Texas, y que son entregadas a grupos que las distribuyen en el territorio mexicano.
Responsabilidades
La entrada de armas sin registro en México es uno de los puntos más complejos de la relación con Estados Unidos, ya que este problema no solo incluye pistolas, sino armamentos bélicos, pues se han confiscado incluso cohetes antitanque M72 y AT-4.
Por ello, en la sesión del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Gastón Schulmeister, director del Departamento de Contra la Delincuencia Organizada de la instancia, enfatizó las repercusiones de lo anterior:
El tráfico ilícito de armas de fuego está directamente asociado con el accionar de las organizaciones criminales trasnacionales y vinculado a otros mercados ilícitos tales como el narcotráfico, la minería ilegal, la trata de personas, entre otros.
Gastón Schulmeister, director del Departamento de Contra la Delincuencia Organizada de la OEA.
El gobierno mexicano ha trabajado por poner un alto a esta peligrosa importación. En 2021, el canciller Marcelo Ebrard llevó está discusión al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), por medio de una demanda a 11 compañías armamentarias norteamericanas.
A la fecha, el juicio continúa, ya que las empresas han cuestionado «la capacidad del Gobierno de México de demandar en Massachusetts y el vínculo entre sus acciones negligentes y el daño ocasionado por sus armas en territorio mexicano», como lo reporta la agencia EFE.
Y aunque, quizá este sea un primer paso hacia la regulación de las armas sin registro en México, lo cierto es que por sí solo el país enfrenta un crecimiento desmedido de violencia e impunidad, el cual es un síntoma de otras carencias sociales.