México necesita reestructurar y replantear su Contribución Determinada Nacionalmente (NDC, por sus siglas en inglés) antes de la firma del Acuerdo de París este 22 de abril o a más tardar al entregarse el instrumento de ratificación, lo que ocurrirá en los próximos meses, dijo Omar Vidal, Director General del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en México, durante una reunión de expertos ayer en el Senado de la República.
“México se ha comprometido a que el incremento de la temperatura media global no sobrepase 1.5° C. El Acuerdo de París, de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, responde al principio de universalizar los esfuerzos de mitigación. En consecuencia, el gobierno federal debe revisar sus metas de manera inmediata y analizar las acciones para cumplirlas y conservar su liderazgo internacional en el combate al cambio climático. El futuro y competitividad de nuestro país y el bienestar de esta y las próximas generaciones está en juego, por lo que debemos estar a la altura de este desafío global”, agregó.
Ahora la NDC de México establece la reducción no condicionada de 210 MtCO2e y de manera condicionada la reducción adicional de 140 MtCO2e frente a la línea base (972MtCO2e) para el 2030. El ajuste a realizarse debe contemplar que las emisiones en el año 2050 deberán ser la mitad que las del año 2000, es decir, un máximo de 320 MtCO2e.
Los expertos en escenarios sobre cambio climático coincidieron en que México debe identificar claramente las áreas de oportunidad para alcanzar niveles máximos de emisiones en los sectores de transporte, energía e industria mediante instrumentos de política pública y aumentos en el flujo de financiamiento para combatir el cambio climático.
De acuerdo con Jorge Islas Samperio, Coordinador del Grupo de Planeación Energética del Instituto de Energías Renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México “el país podría requerir inversiones adicionales de hasta 100 mil millones de dólares,” cifra que proviene de integrar análisis costo-beneficio de un sistema bajo en carbono con relación a un escenario donde predomina el uso de combustibles fósiles.
Gabriela Niño, Coordinadora de Políticas Públicas del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, recalcó que “hasta enero de 2015, México recibió alrededor de 4,050.92 millones de dólares) 1,429.82 millones más que en 2012) provenientes de la banca multilateral, los financiamientos bilaterales, la cooperación internacional y los mecanismos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Capitalizar la experiencia del país como el segundo receptor de fondos para combatir el cambio climático en el mundo requerirá la acción coordinada de distintas áreas de gobierno federal y del sector privado. Conocer el origen y monto de los recursos permitirá mejorar el uso de instrumentos de transparencia y evaluación y asegurar el éxito de las herramientas existentes, como el Registro Nacional de Emisiones y el Fondo de Cambio Climático.
WWF señala que estas acciones deben responder a una visión de largo plazo en que la economía global alcanza el objetivo de emisiones netas cero en la segunda mitad este siglo. Por ello es prioritario considerar los efectos futuros de la inversión actual en infraestructura, por ejemplo en el sector energético o transporte.
Se debe contemplar la normatividad nacional y cumplir con lo establecido en la Ley General De Cambio Climático: lograr al menos 35% de generación de energía eléctrica por medio de energías limpia para el 2024; tener para 2020 un sistema gradual de subsidios que promueva el uso de combustibles no fósiles; y reducir 50% de emisiones para 2050, con relación a las emitidas en 2000 (640MtCO2).
Comunicado de Prensa.