México es uno de los países que peor califica a sus partidos políticos en temas de corrupción, revela el “Barómetro Global de la Corrupción 2013”, elaborado por Transparencia Internacional (TI). Los números detallan que más de la mitad de la población piensa que el cohecho se agravó en los dos últimos años.
Aplicado a través de encuestas a 114,270 personas en 107 países, el “Barómetro” detalla que en 51 naciones alrededor del mundo la población percibe a los partidos políticos como las instituciones más corruptas; sin embargo, los peores resultados son presentados por Nigeria, Grecia, México y Nepal.
En una escala del uno al cinco, en donde uno es “nada corrupto” y cinco significa “extremadamente corrupto”, los mexicanos calificaron a las fuerzas políticas con 4.6. Sólo Nigeria estimó un poco peor a sus organizaciones políticas asignando un 4.7 de marcaje.
Por qué los políticos
Transparencia Internacional explica que, debido a que los partidos políticos requieren dinero para ejecutar sus campañas, una de las grandes campos de cultivo para la corrupción es la manera en que se financian. Los intereses de las personas y organizaciones de los cuales obtienen fondos podrían tener una gran influencia en las acciones de estas instituciones.
Respecto de los niveles de corrupción en los últimos años, los números revelan que siete de cada 10 mexicanos consideran que esta condición ha aumentado; ello es superior a la media mundial, la cual muestra que más de uno de cada dos individuos opina lo mismo.
Al igual que los partidos, la policía fue calificada con 4.6; los funcionarios públicos obtuvieron 4.5 y al sistema judicial se le adjudicó un 4.3 de calificación. Ninguna institución social o política estuvo cerca de ser calificada con bajos índices de corrupción, los medios de comunicación obtuvieron 3.6, mientras que la industria privada fue calificada con 3.5 y al sistema educativo le fue asignado 3.3 de promedio.
Los militares, el sector salud y las organizaciones no gubernamentales (ONGs) registraron un empate en cuanto a opinión, a quienes les fue asignado un 3.2. Finalmente, la mejor evaluación la obtuvieron las instituciones religiosas al conseguir 3.1 de promedio.
Combate, no efectivo
Los números demuestran que 72% de los encuestados en el país considera que las acciones que ha tomado el gobierno para combatir la corrupción son inefectivas y 62% opina que el gobierno opera sólo por unos cuantos intereses.
De acuerdo con este estudio, el soborno es la experiencia más directa sobre la corrupción para una persona. En México 33% de la población encuestada aceptó haber ofrecido dinero a cambio de algún servicio.
El costo de este tipo de compra tiene un efecto regresivo en la sociedad mexicana, pues afecta principalmente a las familias pobres. En promedio, se gasta 14% del gasto familiar en este tipo de corrupción y, para los núcleos más vulnerables financieramente, la proporción se eleva a 33 por ciento.
Si bien el pago de sobornos en México y el mundo es muy alto, TI asegura que los ciudadanos están dispuestos ha efectuar acciones contra ello. Ocho de cada 10 mexicanos piensan que cualquier ciudadano puede hacer un cambio en la lucha contra la corrupción y sólo uno de cada 10 mexicanos afirmó que no reportaría un incidente de este tipo.
“Los gobiernos deben asegurarse de que haya instituciones sólidas, independientes y con recursos suficientes para prevenir y remediar la corrupción.
Cuando el flagelo de la corrupción erosiona a estas instituciones centrales y servicios básicos, demasiadas personas sufren las consecuencias”, dijo HuguetteLabelle, presidenta de TI.
Fuente: El Economista