El programa internacional de Pfizer pretende que el empleado logre un aprendizaje que luego aporte a la empresa en su labor cotidiana.
Pfizer eligió a México como sede regional de su programa piloto de voluntariado Global Health Fellows, por lo que 12 empleados de la empresa en América Latina llegarán al país a finales de julio próximo para involucrarse con proyectos de organizaciones sociales mexicanas durante tres semanas.
“Estamos apostando por un voluntariado fuera de serie, que agregue valor a ambas partes; ya no se trata de plantar el arbolito o pintar la escuela, sino de lograr una transferencia de conocimientos y habilidades que permita sensibilizar a los dos lados y eso redunde en beneficio de su labor cotidiana”, aseguró Miriam Michán, directora de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de Pfizer México.
El programa se realizó en Perú en el 2010 en una primera fase piloto; este año se prevé que se consolide para realizarlo anualmente.
Los empleados trabajarán en equipos de tres y apoyarán a cuatro causas distintas, las cuales aún están siendo evaluadas por las oficinas de la farmacéutica en Nueva York. “Los proyectos fueron propuestos por Pfizer México, con base en las organizaciones con las que tenemos alianza y trabajamos de cerca”, explicó Michán.
Con “v” de vuelta
Inspirados en el Global Health Fellows y motivados por obtener la sede regional este año, al interior de Pfizer México decidieron arrancar un programa similar a nivel nacional, también con miras a continuarlo cada año.
“Llevamos siete años apoyando proyectos sociales con recursos, también capacitamos a las organizaciones para que sean autosustentables; un tercer componente era lograr que el empleado se involucrara en estos proyectos ganadores”, mencionó la directora al ser entrevistada por El Economista.
Será en agosto, una vez que los 12 empleados latinoamericanos hayan regresado a su país, cuando colegas de la empresa en México salgan a comunidades del país donde se requiera que se involucren con organizaciones sociales.
Los empleados se concentrarán en labores de apoyo a dos organizaciones con las que hay alianza, dijo Miriam Michán, las cuales aún están en proceso de selección; durante una semana, los trabajadores brindarán sus habilidades específicas a la organización elegida, con evaluación de resultados y un retorno de aprendizaje que se pretende apliquen al regresar a sus labores cotidianas en la farmacéutica.
“Un empleado que trabaja en planeación presupuestal puede involucrase con una organización donde faltan recursos o alguien del área de oncología, que se acerca a una organización de lucha contra el cáncer, obtendrá otra visión”, consideró.
Fuente: El Economista, Emprendedores Sociales, p. 31.
Por: Alejandra Aguilar.
Publicada: 21 de junio de 2011.