Nadie duda de que un principio del consumo responsable sea ahorrar papel, pero en lo que concierne a la relación entre producción de papel sin tala de bosques, México es un ejemplo internacional.
El 87.7 por ciento de la materia prima para generar todo tipo de papel nuevo en el País proviene de fibras secundarias, es decir, recicladas. De ellas, el 64.8 son nacionales y 22.9 por ciento importadas.
¿Y el resto? 9.7 por ciento se obtiene de fibras vírgenes extranjeras, y sólo el 2.6 por ciento de fibras vírgenes nacionales, indica Pedro Silva, director general de la Cámara Nacional de las Industrias de la Celulosa y del Papel (Cámara del Papel).
De manera que los bosques mexicanos no están amenazados por la producción de celulosa virgen.
«Dejar de usar papel o cartón innecesario es una buena práctica, pero si consideras que sólo 2.6 por ciento de la celulosa es virgen, el ahorro en el consumo de papel no es lo más importante para conservar los bosques en México. Aquí prácticamente toda la tala ilegal va dirigida a la venta de madera», sostiene Iván Zúñiga, coordinador de política pública del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).
Estas cifras colocan a México en el sexto lugar mundial de recicladores. Los tres primeros son Filipinas, Ecuador y Ucrania con 92.6, 90.6 y 89.6 por ciento, respectivamente, de acuerdo con el índice de la organización Pulp & Paper International.
Sin embargo, en términos de recolección de papel el País ocupa la posición 33, pues de las 4.8 millones de toneladas de papel que se producen, se recupera para volver a reciclar el 55.1 por ciento. En cuanto a recolección, encabezan la lista Noruega, Suiza y Corea del Sur con 94, 89.1 y 87.8 por ciento cada uno.
«En 2012 recolectamos 3 millones 600 mil toneladas de fibras secundarias, pero reciclamos alrededor de 4 millones 900 mil toneladas. La diferencia es fibra importada, desgraciadamente seguimos siendo un País que importa mucha fibra reciclada, nuestra capacidad de reciclado supera nuestra capacidad de recolección, hay una gran área de oportunidad aquí y es parte del trabajo que tenemos que hacer para aumentar el reciclaje en México», indica Wilfrido Rincón, presidente de la Cámara del Papel.
Para Sergio Roldán, director de Comunicación de Pronatura, influye en lo anterior la falta de cultura de separación. Cuando mucho, afirma, la población separa en orgánico e inorgánico, pero no es suficiente porque el papel contaminado con otros residuos no se puede reintegrar a la cadena productiva de reciclaje.
«La creencia popular de ‘para qué separo si el camión de la basura lo junta todo’ le ha hecho mucho daño a la cultura de reciclaje en México. La sociedad ignora que aunque un mismo camión recoja los desechos, los trabajadores van haciendo una separación ahí arriba porque de eso viven. Si se encuentran una bolsa que contiene sólo papel, con más seguridad llegará a un centro de acopio», asegura Roldán.
«Las grandes industrias papeleras se ven obligadas a importar papel porque en México no se separa suficiente, tienen que importar desperdicio de oficina, principalmente de Estados Unidos, para producir papel higiénico, servilletas».
Para Rincón, la importación de papel también tiene que ver con la falta de políticas publicas adecuadas y canales de financiamientos.
«El marco normativo que regula la fabricación de celulosa en México necesita actualizarse, porque como usuarios es más barato importarla que producirla», señala.
¿Sabías que…?
– Utilizar fibras recicladas para producir papel reduce en 35 por ciento la contaminación del agua y en 74 por ciento la contaminación del aire según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés).
– De acuerdo con cifras de la Cámara del Papel, las 4.9 millones de toneladas de papel que se reciclan cada año significan 12 millones de metros cúbicos en sitios de disposición final cada año y 19.5 millones de toneladas de gases de efecto invernadero menos.
– El 60 por ciento del papel en México se emplea en empaques, 13 por ciento corresponde a la escritura y la impresión, 22 al sanitario y facial, 4 a periódico y 1 por ciento a otros.
– El papel tiene la capacidad de reciclarse siete veces. El último reciclaje es el papel de cartón de huevo, y después de eso puede entrar en un ciclo de compostaje o utilizarse como aislante.
– El Plan de Manejo de Residuos de Papel y Cartón puesto en marcha por la Cámara del Papel el año pasado ha permitido incrementar en seis puntos porcentuales la recuperación de papel desechado en México.
– Algunos de los objetivos de la nueva dirección de la Cámara del Papel son: Promover que Semarnat y todos los estados de la República firmen el convenio de adhesión para integrarse al Plan de Manejo de Residuos de Papel y Cartón; buscar que la Secretaría de Hacienda otorgue facilidades fiscales para las compras de primera mano de materiales reciclables; e impedir las exportaciones de materiales reciclables que se puedan aprovechar en México.
Toma nota
Separa. Si no puedes dividir cada tipo de papel diferente (cartón, periódico, revista), deposítalo en una misma bolsa, pero hazlo. La idea de que el camión de la basura lo revuelve todo es un mito.
Elige. Compra papeles con certificaciones como FSC, la norma mexicana NMX-N-107 o la Ecoetiqueta de la Cámara del Papel. Que no te engañen diciendo que son ecológicos con el símbolo de «reciclable», todo papel es reciclable. Aumenta el uso de papel revolución o kraft, papeles que ya han sido reciclados por lo menos dos veces.
Reduce. Emplea dispositivos móviles y usb para ahorrar papel, pero asegúrate de que cuando estos objetos electrónicos sean inservibles vayan a un centro de acopio especializado, pues la toxicidad que pueden generar en los basureros tiene un costo ambiental mayor que el del consumo de papel que evitaron.
Participa. Asiste a programas de voluntariado para acercarte al bosque y realizar ejercicios de reforestación, limpieza y mantenimiento de la masa forestal.
Elige imprentas verdes
– Como consumidor responsable de papel, lo ideal es que busques imprentas sustentables. Algunas en la Ciudad como Offset Santiago y 4Press tienen certificaciones ecológicas, tintas vegetales, reciclado de merma y procesos libres de químicos en sus placas, lo que ahorra hasta 12 litros de agua por placa.
Fuente: Reforma