La adopción, ratificación y entrada en vigor en México del Convenio 190 (C190) y su recomendación 206, emitida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alusivo a la violencia y el acoso en el entorno laboral, es una gran oportunidad de transitar hacia un mundo del trabajo más diverso e inclusivo, donde la seguridad sea un derecho y las empresas adopten nuevas políticas laborales, señala Anabel Fernández, CEO de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.
“En síntesis, este convenio lanza un gran reto a las autoridades de cada país, ya que una vez ratificado se deben adaptar leyes y reglamentos a los estándares del tratado para implementar y contar con disposiciones jurídicas en temas como el acoso sexual en el trabajo, violencia de género y todo lo relacionado a aspectos como el respeto, la dignidad, la salud, seguridad y bienestar en el marco de las relaciones laborales”, explica la especialista en salud mental.
Con la ratificación de este documento y su entrada en vigor a partir del 6 de julio, México se suma a otros países de Latinoamérica como Uruguay, Argentina, Perú y Costa Rica que han mostrado interés en el documento de la OIT. A nivel mundial, el país es la nación número 29 en ratificar el instrumento normativo, tras la reciente aprobación que hizo Australia en junio de 2023, según la OIT.
Cabe destacar que el documento de la OIT busca proteger a los colaboradores sin importar el rango o puesto que desempeñen, así como personas que aspiran a un empleo o aquellos que han concluido su relación laboral, inhibiendo actitudes o conductas que generen violencia.
¿Qué medidas propone el C190?
El C190, consta de 20 artículos donde establece que todos los trabajadores tienen derecho a un entorno laboral seguro y saludable libre de violencia y acoso, tanto en el centro de trabajo como en cualquier actividad relacionada con el mismo como viajes en transporte, eventos, asignaciones y comunicaciones electrónicas.
Entre los principales puntos que propone el convenio se encuentran:
- Medidas y políticas preventivas: cada país de OIT debe adoptar políticas para prevenir la violencia y el acoso en el trabajo, lo cual incluye la promoción de una cultura de respeto, así como la educación y capacitación constante de colaboradores acerca del tema.
- Protección de colaboradores: el Convenio propone que todos los trabajadores tengan derecho a protección y asistencia si en algún momento son víctimas de agresiones o acoso, para lo cual se plantea que las empresas y gobiernos brinden servicios de apoyo y orientación, así como la debida aplicación de sanciones a los generadores de violencia. El acuerdo implica tomar medidas específicas para grupos vulnerables como mujeres, jóvenes, migrantes y otros sectores de la población que pueden enfrentar mayores riesgos en los centros de trabajo.
- Evaluación de riesgos: para cumplir con la norma, las compañías deben identificar los riesgos de violencia y acoso en los centros de trabajo para tomar medidas inmediatas y proteger a los colaboradores, ya sea implementando protocolos de seguridad, sistemas de denuncia confidenciales o medidas integrales para apoyar a víctimas.
- Cooperación: la OIT recomienda mantener un diálogo permanente entre colaboradores y directivos con el objetivo de abordar la violencia y el acoso en el trabajo, así como informar las políticas adoptadas.
Fernández agrega que la adopción de estas medidas contribuirá a mejorar el clima laboral de las empresas, creando entornos más seguros donde se fomente el bienestar y la satisfacción de los colaboradores.
“Este tipo de iniciativas son claves para la salud mental de los trabajadores, pero para alcanzar el objetivo es imprescindible el interés por parte de los líderes de las organizaciones, quienes deben priorizar aspectos como el respeto, la seguridad, la dignidad y el bienestar laboral, para lo cual se requiere un cambio de cultura y políticas de gestión de capital humano, diversidad e inclusión adaptándose a nuevos tiempos en materia laboral”.
