* Impacto en el cultivo de maíz por el alto consumo de agua.
* Urge cambiar las formas de producción.
* Sin sustento, el temor de otra crisis alimentaria.
Con el cambio climático, México será uno de los países perdedores en materia de agricultura, principalmente en el cultivo de maíz, por lo que se deberá trabajar en dos vías: elaborar políticas más firmes respecto al uso del agua para el campo, y el mejoramiento genético.
Víctor Villalobos, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), con sede en Costa Rica, advirtió que la producción de riego sufrirá el mayor impacto, porque requiere de un consumo importante del líquido.
El cambio climático es un nuevo paradigma que se debe tomar en cuenta en la agricultura -que consume 70 por ciento del agua dulce-, por lo que se requiere cambiar las formas de producción y encontrar nuevos sistemas para lograr una mayor eficacia que implique un menor uso del vital elemento.
Resulta fundamental desarrollar nuevas tecnología, producir de manera armónica con el medio ambiente y atender el aspecto de seguridad alimentaria, recalcó, toda vez que en 40 años será necesario duplicar la producción de alimentos.
Con el cambio climático habrá ganadores y perdedores. Tristemente en agricultura México es uno de los perdedores, por su ubicación geográfica. Y para enfrentarlo se necesitan tecnologías.
En diez años empezarán a darse impactos importantes en el uso del agua, por lo que hay que buscar opciones «acordes con la parte ambiental».
Opinó que los granos básicos que deberán salvaguardarse ante el problema del cambio climático son: arroz, trigo y maíz, que serán más nutritivos para los próximos años.
Abasto garantizado
El titular del IICA, quien hace unos días visitó nuestro país para participar en dos foros organizados en el sector agropecuario, rechazó la posibilidad de que se presente una crisis alimentaria como la de hace dos años, pues hay producción para atender la demanda mundial. Definitivamente no tiene bases ese temor.
Recordó que el problema de altos precios surgió básicamente por una prolongada sequía e incendios forestales en Rusia, con un efecto en las exportaciones, básicamente de trigo. Sin embargo se tiene garantizado el abasto, toda vez que habrá excedentes en la producción.
La situación no debe prestarse a una especulación de precios del trigo, insistió, porque hay suficiente cereal para cubrir toda la demanda, sobre todo por los altos rendimientos de Estados Unidos, que serán mayores a los de hace cuatro años.
Acerca del problema de seguridad alimentaria, el director de IICA, Víctor Villalobos -de origen mexicano- comentó que en la medida en que conservemos la diversidad genética seremos menos vulnerables.
Respecto a las recomendaciones para mejorar o realizar cambios en la producción explicó que se cuenta con un plan estratégico, de cuatro años, que busca incorporar las características de los 34 países agrupados en el organismo y que incluye cuatro programas:
1. Productividad.
2. Agronegocios y comercialización.
3. Desarrollo rural con enfoque territorial, que tiene una serie de factores adicionales, donde participan otras dependencias, además de Agricultura, mediante el cual se busca equilibrar la calidad de vida y evitar la migración.
4. Sanidades.
Asimismo hay dos temas transversales: cambio climático que afecta la productividad y seguridad alimentaria.
La base de todo esto es el desarrollo de políticas públicas y gestiones del conocimiento, puntualizó.
Fuente: El Financiero – economía, p.14
Autor: Leticia Rodríguez López
Publicada: 13 de septiembre 2010