Un viaje es un intercambio cultural en el cual tú llevas lo mejor de ti mismo y te llevas lo mejor del lugar al que visitaste: historias, paisajes, sabores, experiencias… Así le sucedió a esta piloto, que en uno de sus múltiples viajes descubrió lo mejor de México y Francia y logró unificarlos, dando como resultado una historia admirable.
El hallazgo
Isabelle De Boves es una piloto francesa que hizo un viaje que cambiaría su vida. A finales de 2010 visitó durante 15 días a su tía que vive en Oaxaca, México, estando allí conoció a unos niños de una comunidad ubicada a orillas del mayor depósito de basura del estado, que tenían el proyecto de hacer una banda de música, fue ahí donde todo comenzó.
Los niños, con ayuda del párroco habían encontrado un profesor que los estaba ayudando y llevaban ya seis meses estudiando solfeo. Al ver su interés e iniciativa, De Boves, sintió una gran empatía debido a su relación con la música, ya que además de ser piloto, forma parte del Coro Air France, por lo que de inmediato decidió buscar la forma de apoyarlos.
Hasta ese momento, los niños no contaban con instrumento alguno, solo con las ganas de seguir aprendiendo; por otro lado, según cuenta De Boves, en Francia hay muchas familias que compran instrumentos para que sus hijos estudien y al final se quedan olvidados: ambas situaciones parecían complementarse de manera casi perfecta.
Se me ocurrió la idea de que tal vez podíamos encontrar dos o tres trompetas, pero en ningún momento pensé que iba a ser algo tan grande y tan increíble…”
De Boves empezó a transportar instrumentos poco a poco en sus múltiples viajes: guitarras, mandolinas, violines, entre otros. Se creó una escuela de música, se inició con una clase de instrumentos de viento, posteriormente una de cuerdas, para finalmente lograr hasta hace apenas 18 meses, formar una orquesta sinfónica.
Es un barrio donde hay muchos problemas de droga, de violencia (…), todo esto está provocando que la gente se junte alrededor de un proyecto en común. El padre dice que la orquesta de música actúa como una herramienta de cohesión social”.
La Banda de Música
La orquesta sinfónica tiene por nombre “La Banda de Música” y es parte de la Escuela de Iniciación Musical Santa Cecilia que se formó en 2011, cuenta actualmente con cerca de 100 alumnos, entre niños, niñas y jóvenes de 7 a 20 años de edad.
A través de presentaciones abiertas al público se ha logrado cambiar la percepción de la colonia Vicente Guerrero en Oaxaca, zona donde se ubica la escuela. “Ahora la gente de la ciudad que nos mira como una colonia de cholos, drogadictos o delincuentes, tendrá que admitir que también somos gente y que hacemos cosas hermosas”, comparte uno de los estudiantes.
La Banda de Música ha ido sumando aliados, entre los cuales la Fundación Air France es uno de los más importantes.
El apoyo de los aliados fortalece el proyecto, pues gracias a ellos se han podido adquirir instrumentos, construir salones, crear talleres: uno de reparación de instrumentos de viento y otro de laudería, contratar profesores y otorgar becas a estudiantes interesados en continuar sus estudios en un conservatorio.
El talento y constancia de estos niños, niñas y jóvenes, les han llevado a presentarse en distintos lugares de la República, el más reciente en la Ciudad de México con el mismísimo Coro Air France, uniendo a México y Francia.
El Coro Air France
En 1986 dos sobrecargos fundaron el Coro Air France, con el propósito de crear un conjunto vocal en el que los integrantes pudieran participar con el ritmo que su trabajo en la aerolínea les permitiera.
El Coro Air France se integra por profesionales que laboran en la compañía, así como por jubilados y cónyuges del personal activo, todos motivados por una pasión: el canto.
Este Coro existe gracias al apoyo constante de la Dirección General y la Dirección de la Comunicación de Air France.
México y Francia: unidos por la música
Isabelle De Boves lleva años contando a su grupo, el Coro Air France, sobre la escuela de música en Oaxaca y la transformación en los niños. El Coro hace múltiples eventos de recaudación en Francia a favor de esta causa, y De Boves pensó, ¿por qué no hacer uno de estos eventos en México?
Al principio confiesa que la idea le pareció «un poco loca», llevar a más de 80 personas al otro lado del mundo, sin embargo al final, cuando lo propuso, todos los integrantes accedieron a participar de forma voluntaria, aunque eso significara hacerse cargo de sus propios gastos de transportación y hospedaje.
Air France en México apoyó con la logística y en colaboración con el Centro Nacional de las Artes (Cenart) se presentaron con éxito en este lugar ubicado en Ciudad de México el pasado 19 de abril en el Auditorio Blas Galindo, y el 21 de abril en Oaxaca.
Por primera vez se conocieron los integrantes del Coro Air France y los pequeños de La Banda de Música. A pesar de no hablar el mismo idioma, México y Francia se pudieron comunicar durante los ensayos y presentaciones con lo que siempre los ha unido: la música, y lograron dar dos increíbles espectáculos.
Ambas agrupaciones se juntaron para interpretar el programa titulado Pequeña misa solemne de Gioachino Rossini. El 100% de los fondos recaudados se destinarán a los numerosos proyectos de la escuela: agrandar la infraestructura, construir un nuevo edificio, contratar más profesores y ofrecer más becas.
Es verdaderamente emocionante lo que mencionas Pamela! Se te pone chinito el cuerpo; y llegas a la conclusión de que la música rompe todas las barreras!!! A esa sensible soñadora, ilusa, temeraria Isabelle De Boves, mi reconocimiento, admiración y agradecimiento!!!