El cambio climático es un factor que afecta a todo el planeta debido a su impacto negativo en el ecosistema. Además, la actividad del hombre, como la expansión de infraestructuras, la tala de árboles y la contaminación ha dañado directamente a los bosques y selvas del país.
En los últimos treinta años, la superficie verde cayó en un 30%, la extensión de los bosques primarios ha mermado en casi un 27% y la vegetación primaria total lo ha hecho en un 21%.
Además, el suelo dedicado a actividades agrícolas se ha expandido en más de un 26%.
La tendencia frenó desde 2007 ya que la cobertura vegetal natural perdida o transformada ha caído en solo un 1%, un ritmo notablemente inferior al registrado en el periodo anterior.
De acuerdo con información de El País, en 2014 el 48,5% de la superficie de México estaba cubierta con vegetación primaria. Ecosistemas, selvas y bosques son los más afectados, mientras que las zonas áridas y semiáridas son las menos alteradas y todavía hoy ocupan el 29% del país.
“La vegetación es fundamental en el sostenimiento de la biodiversidad, la captura del carbono, la formación y protección del suelo, la mitigación de daños por desastres naturales, la regulación del ciclo del agua y del clima y la mitigación del cambio climático, entre otros”.
“Sin embargo, ya sea por cambios en el uso del suelo por el crecimiento urbano o de la frontera agrícola, o bien por la intensidad de actividades humanas como el pastoreo o la extracción de madera y otras materias primas, una parte considerable de la vegetación original ha sido eliminada o alterada en gran parte del territorio nacional”.
México cuenta con 12 ecosistemas vegetales diferentes, 58 tipos de vegetación y con un buen número de especies endémicas. Estas últimas se encuentran, en las zonas áridas.