Yo creo que todos nos acordamos del gordito gandalla amenazador que robaba sandwiches, sapeaba, molestaba a los demás cuando teníamos de 10 a 15 años, ya sea en la escuela, en el parque, el club. Era difícil, molesto, inquietante verlo, vaya hasta amenazante, y aún que sabemos que las escuelas están tomando cartas en el asunto, es algo común –que no correcto- que en la secundaria los niños y niñas quieran abusar de la fuerza que tienen ya sea física o mental por sobre los demás, dejando claro quién manda en las mini disputas por el poder de un salón de clases, un equipo de “recreo”, unos chilaquiles o también en el equipo más importante de fut, beis, o del que fuera. Lo que me parece más complicado de entender es que ¡a los 30 años algunos deportistas sigan comportándose de la misma manera!
Para nadie es un secreto que en el deporte amateur y profesional –casi podría decir que en cualquier deporte y no importando edad ni sexo- existe el bullying a los integrantes de un equipo, toda persona que haya sido parte de uno sabe que siempre existirán los personajes que molestan un poco de más, que hacen bromas pesadas, que amenazan, amedrentan y está en el valor de cada quién detenerlo a tiempo para que no crezca de proporción, teniendo casos de éxito y otros que no en todas las escuelas, equipos, en todas las ciudades, países, razas, vaya de esto no se salva nadie; de hecho hace como un año se puso muy de moda un video en el que un niño pasadito de peso se cansa del hostigamiento de un compañero hasta que toma cartas en el asunto y le pone un alto de forma valiente –maravillosa– y en donde casi lo desnuca por cierto.
Ejemplos de éstos tenemos en la Red, pero seguramente los padres de familia podrán tener otros cientos de casos aterrorizantes unos más que otros, el hecho es que es un comportamiento que ha existido desde hace cientos de años pero ahora con la ayuda de los medios y la inmediatez con la que viajan las noticias, podemos ser testigos de casos como el del chavo gordito y como de oootro chavo gordito (142 Kgs) de 24 años, jugador de los Miami Dolphins (Jonathan Martin) que al parecer le han amenazado y maltratado desde hace un par de años y ya no aguantó más, por eso decidió dejar al equipo alegando que desde ese tiempo lo han estado intimidando de una u otra forma.
Me parece difícil de imaginar a un tipo de 1.96 mts con fuerza desmedida que no pueda defenderse por la parte física de cualquier molestia que le estén haciendo, claro que no estoy diciendo que ESTA sea la forma de resolver un problema de esta índole, pero sí me cuesta trabajo pensar que no haya respondido de la misma forma y más cuando se practica un deporte tan físico y violento como lo es el fútbol americano.
Como en todos lados, siempre hay un cabecilla de los gandallas y a éste -un tal Richie Incognito-, toda una “joya”de 30 años y 145 kgs. que tiene fama de ser un jugador “vicioso, cruel, mezquino y sucio, peligroso y orgulloso de ello” y a quien han separado del equipo hasta que se esclarezca la investigación que la NFL prontamente ha emprendido.
A Incognito se le acusa de molestar a los rookies -jugadores novatos- y al resto del equipo, haciéndoles bromas pesadísimas como robarles la tarjeta de crédito y comprar Jet Skis y básicamente de ser muy ofensivo con el lenguaje que utiliza para referirse a sus compañeros y a sí mismo (negro, redneck, entre otros), además de cobrarles cenas y viajes a Las Vegas que sobrepasan los $15,000 USD.
Bien por los Dolphins el haber hecho a un lado la importancia de Incognito –que es un jugador líder, titular indiscutido- a pesar del problema deportivo que puede causar su inasistencia a los entrenamientos y juegos, del sismo que está causando su baja entre sus compañeros y que su falta puede ser significado de derrotas para el equipo y esto también se traduce en cientos de miles de dólares que se pierden y/o dejan de ganar, por lo que ésta decisión que si bien es 100% deportiva, también impacta y de forma directa al Marketing del equipo. Es positivo también en éste ámbito ya que los Dolphins están mandando un mensaje en el que demuestran congruencia con sus Valores y Sentido de Integración en un equipo, no importando quien sea el jugador a castigar.
Lo malo de ésta situación y por lo que el resto de los integrantes de la NFL han hablado muy mal de los Dolphins, es que un problema de ésta índole no puede llegar a este nivel; se han dado “n” ejemplos en estos días de como otros grandes entrenadores y/o jugadores han resuelto este tipo de problemas mucho antes de que crecieran tanto y estoy totalmente de acuerdo, un líder de equipo no puede permitir que las bromas suban de nivel a tal grado que te cuesten 2 jugadores sin jugar y lo más importante, la mala relación entre un equipo de trabajo.
Lo positivo de todo esto es que nos pone un ejemplo a todos de lo relevante que es tomar cartas en el asunto cuanto antes, ser congruentes con nuestros principios y actuar con responsabilidad.
Mauricio Ramírez Cuesta
Trabajo con el deporte y el marketing; me he especializado en el cruce de estos con la responsabilidad social y la sustentabilidad. Estoy convencido de que en el deporte también se gana creando valor.
Licenciado en Marketing por la Universidad Anáhuac y MBA. Soy profesor y conferencista en Sports Marketing.
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