En las últimas décadas, la preocupación por la contaminación ambiental ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente debido a la proliferación de microplásticos. Estos diminutos fragmentos de plástico, que miden menos de cinco milímetros de longitud, se han convertido en una amenaza omnipresente en los ecosistemas acuáticos y terrestres. Sin embargo, un descubrimiento reciente ha elevado aún más la inquietud: la detección de microplásticos tóxicos en placentas humanas.
El año pasado marcó un punto de inflexión tanto para el medio ambiente como para la salud humana, al revelarse la presencia de microplásticos en tejidos placentarios. Este hallazgo no solo plantea interrogantes sobre la magnitud del impacto de la contaminación por plásticos en la salud reproductiva y el desarrollo fetal, sino que también destaca la urgente necesidad de abordar este problema de manera integral.
Microplásticos tóxicos en placentas
Los microplásticos potencialmente tóxicos hallados en el 100% de las placentas humanas analizadas en un nuevo estudio en 2024 sugieren que «toda la vida de los mamíferos de este planeta podría verse afectada».Un equipo de la Universidad de Nuevo México analizó las placentas de 62 mujeres y descubrió que todas contenían pequeños trozos de plástico de menos de cinco milímetros, de acuerdo con el portal Daily Mail.
El tamaño de las partículas oscilaba entre 6,5 y 790 microgramos, con una concentración media de 128,6 microgramos por cada gramo de placenta donada.
Los plásticos más comunes encontrados en las muestras eran los utilizados en bolsas y botellas de plástico, que representaban el 54%, mientras que los materiales utilizados en la construcción y el nailon suponían el 10%, y el resto eran otros nueve plásticos.
¿Cómo podría verse afectada la salud humana?
Los microplásticos están relacionados con el cáncer, los problemas de fertilidad y la demencia, y algunos investigadores y expertos en salud pública temen que puedan provocar que los bebés nazcan con bajo peso.
Si observamos efectos en las placentas, toda la vida de los mamíferos del planeta podría verse afectada. Eso no es bueno», afirma Matthew Campen, autor principal del estudio.
Los plásticos que acaban en los vertederos liberan diminutas partículas en las aguas subterráneas y, a veces, en forma de aerosoles en la atmósfera, que acaban llegando a los alimentos, el agua y el organismo.
Este problema empeorará con el tiempo porque todos estos plásticos en nuestro entorno se degradan y se convierten en microplásticos, y las concentraciones van a aumentar.
Matthew Campen, autor principal del estudio.
Aunque muchos puedan pensar que la placenta es una barrera frente al mundo exterior, parece que no están a salvo de los microplásticos.
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
Campen y su equipo idearon un nuevo método que les permitió extraer las diminutas partículas de los tejidos tomados de cada placenta. El método, denominado pirólisis-cromatografía de gases y espectrometría de masas (Py-GC-MS), consiste en calentar las muestras hasta que entran en combustión.
Los distintos materiales y sustancias químicas se inflaman a temperaturas diferentes y, al hacerlo, desprenden una huella química que el equipo de Campen y sus aparatos han podido captar.Podemos obtener una imagen completa, en una sola cifra, de todos los tamaños y formas de las distintas partículas de plástico presentes en los tejidos», afirma.
En el estudio, los investigadores examinaron placentas, pero la Py-GC-MS fue capaz de analizar «cualquier muestra de tejido que esté a tu alcance, básicamente», afirmó Campen, catedrático de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Nuevo México. Casi lo único en lo que no se puede utilizar es en un ser humano vivo».
Según Campen, la mayoría de las investigaciones realizadas hasta ahora se han visto limitadas por la capacidad de los microscopios para ver los fragmentos más pequeños de microplásticos. Un micrómetro es aproximadamente el fragmento de microplástico más pequeño que puede mostrar un microscopio óptico convencional. Pero con el método Py-GC-MS, Campen y su equipo pudieron ver todas las piezas en el rango nanométrico.
Se trata de un avance importante para los científicos en este campo, ya que todos los microplásticos presentes en el medio ambiente seguirán descomponiéndose y haciéndose aún más pequeños. De hecho, es probable que afecten a toda la vida de los mamíferos. El estudio se publicó en la revista Toxicological Sciences.
Campen y su equipo están utilizando Py-GC-MS para analizar muestras de autopsias, y el trabajo aún está en curso, pero sus primeros resultados coinciden con los de este estudio.
¿Es momento de alarmarse?
Según este último estudio, es demasiado pronto para alarmarse por la exposición a microplásticos durante el embarazo, afirma Campen. Además, intentar cambiar la dieta durante el embarazo para evitar los microplásticos podría acarrear peores problemas de salud para el feto en desarrollo.
Dicho esto, es «bastante probable» que la presencia de microplásticos en la placenta signifique que han llegado al feto en desarrollo. Creemos firmemente que existe algún proceso de transporte», afirma Campen.
El plástico tiene una gran afinidad con las grasas, como ha aprendido cualquiera que haya intentado lavar la grasa de un recipiente de plástico para almacenar alimentos. Por tanto, la grasa de la dieta, que se transmite a través del cordón umbilical al feto en desarrollo, crea una especie de «avenida» para todos los microplásticos que la madre consume inadvertidamente.
Tu cuerpo lo necesita, y el feto también. Creemos que los nanoplásticos están secuestrando ese sistema», afirma Campen. Se cuelan porque parecen otras cosas que el feto necesita», añadió.
Señaló que es demasiado pronto para saber exactamente cuáles son las consecuencias a largo plazo de la exposición a los microplásticos para la madre y el niño. Por tanto, intentar evitar los microplásticos evitando las grasas durante el embarazo podría tener peores consecuencias, ya que las grasas son una fuente vital de nutrición y energía para el cerebro en desarrollo.
Excelente información. Hay que evitar tomar bebidas calientes en vasos de plástico. Tratar de usar más las botellas de vidrio y más envases del mismo material…
La contaminación afecta la salud y calidad de vida, hacer conciencia y evitar el abuso de los envases de plásticos.