Es preocupante observar que a pesar de las reformas legales que entraron en vigor en enero de 2021, destinadas a proteger a Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) migrantes en México, la implementación efectiva de estas medidas sigue siendo un desafío importante. Entre enero de 2021 y mayo de 2022, se detuvieron un total de 98,671 menores de edad por el Instituto Nacional de Migración (INM), pero sólo el 19% de estos casos fueron procesados bajo el nuevo sistema de protección.
Además, el 55% de los casos en que los menores de edad fueron procesados bajo el nuevo sistema, las autoridades optaron por deportarlos a sus países de origen, incluso cuando estos lugares presentan altos niveles de violencia y peligro. Esto plantea interrogantes sobre la protección efectiva de los derechos y la seguridad alrededor de la migración y niñez, lo que subraya la necesidad urgente de garantizar un análisis más cuidadoso de sus situaciones y considerar alternativas más seguras y humanitarias.
Migración y niñez en México
Dentro de este contexto de desigualdad, el panel «Migración de niños y adolescentes en México», organizado conjuntamente por el Centro de Protección de Menores (CEPROME) de Latinoamérica y la Red de Universidades Anáhuac (RUA), representa un paso significativo en la concientización y la acción sobre la problemática migratoria en México.
Este tema cobra una importancia especial para ambas instituciones, dado que cuentan con presencia en estados como Oaxaca, Puebla, Veracruz y Tamaulipas, que se encuentran en rutas migratorias críticas. Por lo que la visibilidad, la solidaridad y el apoyo hacia las poblaciones migrantes, sobre todo respecto a migración y niñez, son aspectos fundamentales de su compromiso.
Durante este evento, dos destacadas investigadoras, Aidé Mendoza Flores y Rasha Salah, titulares de la Cátedra de investigación Elías Landsmanas Dymensztejn – Anáhuac en niños migrantes no acompañados, jugaron un papel clave como ponentes en este panel. Presentaron la cátedra y su programa piloto «Modelo de Atención Especializado en Niñez y Adolescencia en Situación de Movilidad», destacando la importancia de reconocer la niñez y adolescencia como sujetos de derechos en un país que a menudo se enfoca en la población adulta.
Las rutas migratorias son inseguras para NNA
Los problemas que enfrentan los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) durante la migración son motivo de gran preocupación y requieren una atención inmediata. Puesto que las implicaciones sociales de ser niño o adolescente en situación migratoria están atravesadas por percepciones y estigmas que llevan a su invisibilización y discriminación en la sociedad mexicana.
Estos jóvenes se vuelven aún más vulnerables al abandonar sus países de origen, debido a su situación de irregularidad. Puesto que el sistema fronterizo está influido en gran medida por el racismo, lo que amplifica las desigualdades al limitar la movilidad de ciertas personas y permitir la de otras.
Por ello, es esencial establecer lugares seguros para proteger a los NNA durante su proceso migratorio. Aunque la responsabilidad recae principalmente en el Estado, la falta de voluntad política para abordar este problema ha llevado a que numerosas organizaciones de la sociedad civil gestionen refugios enfocados en migración y niñez, en algunos casos. Sin embargo, es fundamental que estos espacios operen con un enfoque especializado en este grupo poblacional y que todo el personal esté capacitado para brindar atención y apoyo enfocados en la niñez.
Un programa de atención integral a menores
El proyecto piloto llevado a cabo en la Casa del Migrante Arcángel Rafael representa un valioso esfuerzo en la atención a menores y destaca la importancia de invertir en proyectos con resultados a largo plazo, dejando atrás enfoques asistencialistas. En medio de las considerables dificultades que enfrentan las personas en tránsito migratorio, este innovador proyecto multidisciplinario, diseñado por la Cátedra de investigación Elías Landsmanas Dymensztejn – Anáhuac en niños migrantes no acompañados, se centró en la atención integral de niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados.
A lo largo de tres meses, un equipo compuesto por una abogada, una enfermera, una trabajadora social y una psicóloga se dedicó incansablemente a brindar servicios y apoyo a quienes buscaban refugio en la Casa del Migrante Arcángel Rafael. Durante este periodo, se demostró la efectividad de este enfoque multidisciplinario en el bienestar de las personas en tránsito por México.
Además de estos esfuerzos, es esencial destacar la importancia de la labor de sensibilización en relación con la migración y niñez. Esto implica llevar las leyes y políticas más allá de la teoría y garantizar que se centren en la protección y los derechos humanos en lugar de la contención y la criminalización. Puesto que la sensibilización es clave para cambiar las perspectivas y abordar de manera efectiva los desafíos que enfrentan las personas migrantes, especialmente NNA en situación de movilidad, quienes requieren una atención especializada y una protección adecuada en todo su proceso migratorio debido a su mayor vulnerabilidad.