Aunque existen estudios que comprueban que tener a mujeres en Consejos Administrativos es retribuible en los esquemas de trabajo, lo cierto es que pocas empresas los poseen.
Lo cual es contraproducente, pues incluso la Organización Internacional de Trabajo (OIT) asegura que las compañías que ejecutan políticas de género eficientemente tienen un 63% más de probabilidad de conseguir mayor rentabilidad y productividad.
La baja participación de mujeres en puestos estratégicos en nuestro país continua siendo un gran obstáculo en la búsqueda de la equidad de género dentro de las organizaciones públicas y privadas. Según lo demuestra el informe Mujeres en los Consejos de Administración. Una perspectiva Global, elaborado por Deloitte, que asegura que solo uno de cada diez lugares en los consejos de este tipo lo ocupa una mujer.
El panorama mundial de las mujeres en altos cargos
El reporte analizó a 136,058 consejos de 8,648 empresas en 49 países, y concluyó que a nivel mundial, solo el 19.7% de las mujeres tienen participación en los grupos directivos dentro de sus empresas, aunque esto representa un incremento del 2.8% en comparación con el 2019, aún queda mucho por hacer.
En México la participación de las mujeres en Consejos Administrativos solo fue del 9.7%, quedando abajo de otras naciones latinoamericanas como Chile, Brasil y Perú.
Deloitte.
Lo anterior podría mostrar que sigue existiendo una cultura que beneficia a los hombres dentro de los cargos, así como un bajo desarrollo de alta industria. Sin embargo, es importante resaltar que, como lo comenta Michele J. Hooper, ejecutiva de compañías como PPG Inc., UnitedHealth Group y United Continental Holdings: «Las estadísticas indican que las empresas de gran capitalización han logrado una mayor diversidad que las más pequeñas».
Hooper considera también que esto se debe a que las grandes corporaciones tienen más vigilancia de sus stakeholders, ya que «reciben más atención de las partes interesadas y las organizaciones de vigilancia, lo que alimenta las preocupaciones sobre el riesgo reputacional». ¿Será acaso que se necesita que existan regulaciones más estrictas para nivelar la equidad laboral?
Lamentablemente en nuestro país aún ni siquiera hay esbozos desde el ámbito gubernamental para equilibrar la balanza. Aunque existen leyes que amparan la no discriminación laboral, lo cierto es que aún falta mucho para institucionalizar una cuota de género.
En cuanto desde el sector privado, únicamente el Código de Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo del Consejo Mexicano de Negocios ha emitido una recomendación para que las mujeres participen en los directorios.
El Comité considera importante la incorporación de la mujer en la integración del Consejo de Administración, pues sus habilidades le permiten aportar ideas y puntos de vista distintos a los asuntos de la sociedad, enriqueciendo así la diversidad de conocimientos y experiencias.
Código de Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo del Consejo Mexicano de Negocios.
Por lo que el camino para la inclusión en los grupos directivos podría encontrarse estancado en México, al igual que en otros lugares del mundo. Ante ello, Daniel Aguiñaga, Socio Líder de Gobierno Corporativo, Deloitte México expresó:
Las organizaciones deben entender que la inclusión de mujeres en estos niveles traerá diferentes puntos de vista al proceso de toma de decisiones.
Los directorios deben representar el mercado en el que operan, y en México, las mujeres son importantes en la toma de decisiones en todas las industrias.
Daniel Aguiñaga, Socio Líder de Gobierno Corporativo, Deloitte México.
¿Por que no hay más mujeres en Consejos Administrativos?
Con estas cifras nace la duda de por qué no hay más mujeres en Consejos Administrativos o tomando las direcciones de más industrias, los motivos pueden ser tan complejos como el sistema en el que vivimos.
La OIT señala que más allá del llamado «techo de cristal», el cual impide que las mujeres accedan a puestos altos, existen razones sociales y económicas que afectan al desarrollo profesional femenino, por ejemplo, el tiempo que requieren los puestos altos, la brecha salarial y los estereotipos de género.
Y es que la mayoría de compañías coinciden que los trabajos de alto nivel requieren una disponibilidad constante por parte de los ejecutivos, lo cual puede ser un factor por el que las mujeres que son madres o están a cargo de familiares desistan de buscar empleos de este tipo o que las corporaciones se nieguen a contratarlas.
En tanto a la brecha de salarios, basta comentar que las mujeres siguen ganando un 20% menos que los hombres y que suelen ceder a renunciar a sus carreras para no afectar su vida personal.
Como es posible percibir, la situación de las mujeres en el ámbito laboral, continúa siendo conflictiva, por ello, aunque el informe de Deloitte mantenga cierto optimismo de equidad en los puestos —pues en sus resultados asevera que «las mujeres podrían ocupar una representación cercana al 50% para 2041, once años antes de lo que mostró el estudio anterior—, la realidad es que lamentablemente no hay certeza.
Y es probable que no la haya mientras las empresas no abran más oportunidades en el rubro y apuesten de forma auténtica por la diversidad e inclusión.