Erika Barón
La equidad de género no es sólo un imperativo social y moral, sino también una necesidad económica y de desarrollo para el sector privado. El estudio “Siete Pasos Hacia una Inclusión Consciente”, realizado por Manpowergroup, revela que las empresas con al menos una mujer en su Comité Ejecutivo tienen un retorno sobre capital accionario mayor al 44% y aquellas en las que prevalecen las mujeres en puestos de liderazgo tienen un 34% más de ganancias frente a las demás.
“Necesitamos más mujeres en posiciones de liderazgo, ya se ha hablado de la situación y algunos piensan que el problema se resolvió, pero los datos dicen lo contrario, investigaciones anteriores han señalado los problemas pero han contribuido poco en identificar las soluciones. Ha habido una gran cantidad de discusiones, pero poca acción” puntualiza el documento.
Durante el foro: “Panorama de las mujeres líderes en el mundo” organizado por IntegraRSE, Adriana Velazco, gerente de People & Culture de Manpowergroup, indicó que una de las barreras más fuertes que tenemos en América Latina es la cultura machista, y esto se refleja cuando sólo la mitad de la fuerza laboral de las mujeres en México ocupa puestos de alta dirigencia, es decir, del 50% de mujeres trabajadoras sólo el 25% ocupa un puesto de alto rango.
Explicó que otras barreras son: la falta de modelos a seguir que puedan inspirar y ser el ejemplo de otras mujeres para alcanzar estos puestos de liderazgo, la existencia de carreras tipificadas para hombres y mujeres y la falta de mentores que además promuevan y ayuden públicamente a las mujeres a buscar un puesto de mayor grado en sus empleos.
“Existen diferencias tangibles entre el liderazgo de una mujer y un hombre, las mujeres motivan más el desarrollo personal las expectativas y el reconocimiento. Son de trabajo colaborativo, de inspirar y los hombres se alinean más hacia decisiones individualistas, más al control, más acciones correctivas. El 36% de personas encuestadas indicaron que se sienten más apoyados cuando son liderados por mujeres”, sostuvo la representante de Manpowergroup.
Jennifer Feller, jefa de la Cancillería de la Embajada de México en Portugal, agregó que otra barrera cotidiana es que las mujeres regularmente son evaluadas por una serie de estereotipos e ideas que terminan por exacerbar su falta de confianza y coraje al expresar opiniones de manera más sólida, esto aunado a una falta de conciencia de los hombres sobre los grandes beneficios de tener mujeres en una posición de liderazgo.
Asimismo señaló la importancia de incluir a los hombres en temas de paridad de género a través de capacitaciones en la materia y acciones de igualdad dentro de las empresas como la licencia de paternidad, cuya duración debería ser igual a la que se otorga a las mujeres.
En este aspecto Sol Sánchez, oficial nacional de género en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), añadió que este es un hecho que hasta la fecha coloca a las mujeres como las que tienen la obligación de realizar los cuidados en el hogar, situación que debería dejar de normalizarse.
“Tenemos que ver como eliminar estos obstáculos para que desde nuestras esferas privadas lo llevemos a cabo, estos retos son cuestiones estructurales y sistémicas que van más allá de la legislación (…) son actitudes culturales y sociales discriminatorias que se siguen reproduciendo incluso por medio de políticas públicas”, puntualizó.
Señaló que la pandemia ha puesto en riesgo todos los avances que se han tenido en los últimos 25 años desde la conferencia de Beijing, y la gran preocupación es que haya retrocesos, “es por ello que se necesitan liderazgos, medidas socioeconómicas para responder a la crisis por Covid-19.
“Estos retos son muchos, pero son una oportunidad para poner a la igualdad de género en el centro de la transformación de la sociedad a un desarrollo inclusivo y sostenible y sin dejar a nadie atrás”, culminó.