- Ha disminuido la intoxicación por plomo hasta en 51.2% en familias de Cohuecan y 42.3% en familias de Acteopan.
Un grupo de mujeres que incluye artesanas, cocineras tradicionales, científicas, chefs y capacitadoras ha trabajado de manera conjunta para eliminar el plomo de las mesas de los mexicanos a través de diversos esfuerzos que han dado como resultado la ENSANUT 2019 y el programa Círculo de Mujeres Hechas Barro que ha beneficiado a más de 170 personas de las comunidades alfareras del país.
En el ámbito científico fue gracias a la investigación y dirección de la Dra. Martha María Téllez-Rojo que se llevaron a cabo dos encuestas con el apoyo del Instituto Nacional de Salud Pública, la Secretaría de Salud, el INEGI y los gobiernos estatales para poder incluir la medición de los niveles de plomo en la sangre en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018-2019.
Este acontecimiento fortaleció la unión de diversas entidades gubernamentales y permitió visibilizar este problema que, en promedio, afecta a casi 20% de la población mexicana como consecuencia del uso de barro vidriado en forma de platos, cacerolas, tazas y vasijas empleados en los hogares y restaurantes de México.
Una vez que se identificaron a poblaciones vulnerables y tomando en cuenta que de acuerdo con el INEGI existen 41 mil 289 personas que se dedican a la alfarería en el país y 55% son mujeres, con el apoyo de Fundación Clarios y Fondo Canadá en 2020 Pure Earth México constituyó el programa Círculo de Mujeres Hechas de Barro.
Este cícrulo está conformado por 68 alfareras de Acteopan y Cohuecan en Puebla quienes aprendieron a construir y emplear hornos tradicionales de alta temperatura y a usar esmaltes libres de plomo de acuerdo con el tipo de barro que existe en su comunidad, además, retomaron la tradición alfarera, innovaron sus creaciones y empezaron a generar comunidad y consciencia social.
Mientras que las compañeras de Tuliman en el municipio de Huitzuco de los Figueroa en Guerrero-quienes ya trabajan con barro libre de plomo- aprendieron sobre alfabetización financiera, hecho que las ha llevado a valorar su trabajo y a poder establecer el presupuesto requerido para la realización de sus piezas sin poner en riesgo su economía y la de su familia.
De estas 68 mujeres, 100% se graduaron y con ello, se ha beneficiado a más de 170 miembros de las comunidades alfareras en términos de salud, economía y desarrollo de comunidad, así mismo, 72% de ellas está interesada en poder transmitir este conocimiento a otros miembros de la familia con el fin de preservar la tradición alfarera de su comunidad, afirmó, la Dra. Netzy Peralta, coordinadora de operación en campo de Pure Earth México.
Otro logro del Círculo de Mujeres Hechas Barro es que de 2020 a 2021 se disminuyó 51.2% del nivel de plomo en la sangre de algunas participantes de Cohuecan y 42.3% de algunas de las participantes de Acteopan, para poder incrementar este porcentaje, es importante el papel del consumidor para que identifique y consuma barro libre plomo, de esta manera, se dejará de emplear.
Pure Earth México busca replicar este modelo en otras comunidades de Puebla como Acajete, Amazoc y en el Barrio de la Luz, por ser el estado con mayor prevalencia de intoxicación por plomo con 5 niños de cada 10, explicó la también antropóloga, Netzy Peralta.
Para finalizar y cerrar el círculo, 7 cocineras tradicionales y 12 chefs encabezadas por Graciela Montaño se unen a este esfuerzo para erradicar el plomo de las cocinas en el país y con la creación de un recetario, producto de una colaboración gastronómica entre India y México, que contiene más de 40 recetas, estará disponible de manera digital y servirá para recaudar fondos en el marco del 8M para continuar trabajando con más alfareras.
En este sentido, la chef Montaño explica que este recetario refleja el amor por una cocina conectada con el barro y el uso de especies como la cúrcuma. Agregó que es importante la participación en todos los niveles para poder eliminar el plomo de la sangre de los mexicanos y principalmente, de las niñas y niños que son los más afectados, en su capacidad intelectual y desarrollo.
Detalla que esta lucha no se trata de género, sino de juntos construir un mejor futuro libre de plomo en las cocinas y en los hogares.